Una soltera de 81 años, indignada en 'First Dates' por las condiciones de su cita: “Soy la reina de mi pueblo”

Paz le deja a Cristina las cosas claras antes de saber si quiere repetir la cita o no: “El plan es que vengas a mi pueblo” ¿Habrá aceptado?
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Paz busca a una mujer que le ayude con las tareas domésticas y se vaya a vivir a su pueblo y Cristina, su cita, es la jefa del bingo. Descubre cómo ha sido su explosiva cita.
Paz tiene 77 años y se siente muy solo en su casa “la televisión me gusta y me distrae, pero cuando se acaba su programa, ya la hemos jodido”. Vive en Puebla de Don Rodrigo en Ciudad Real, pero él salió de su pueblo con 14 añitos y se fue a Barcelona a buscarse la vida “le mandaba mil pesetas a mis padres cada mes”. Ahora no le gusta mucho salir porque lo de estar “apalancao en la barra, no me va”. En ‘First Dates’ está buscando a una compañera de viaje “una persona formal y que sepa lo que quiere hacer”.
Le gustaría que fuera una mujer que supiera planchar porque él quema la ropa y necesita a alguien que también le eche una mano con las tareas domésticas si es necesario. Y sobre todo, que quiera vivir con él en su pueblo porque tiene una casa nuevecita.

Cristina, su cita, tiene 81 años y está buscando a un hombre “que no sea un adefesio, que me trate bien a mí y que tenga sus perras”. Es de un pueblo de Cuenca y está convencida de que ella es “la más guapa y la mejor arreglada del pueblo, la Cristina. Doy el bingo en los jubilados”. Al verla, Paz ha sido muy sincero “no me gusta”, ha sentido que no le atraía ni el corte ni el color de su pelo. Ella, sin embargo, ha visto a un tipo guapo “un hombre con el que se puede ir a cualquier sitio”.
Cristina ve en Paz a un hombre guapo y con el que poder pasear del brazo
A Paz tampoco le ha gustado que su cita caminara un poco encorvada porque él todavía camina muy recto, solo se encorva si acaso, de la barriga. La cita ha comenzado con no demasiado ganas.
Mientras esperaban a que les tomaran nota, Cristina le ha dicho que tenía 81 años y él ha sentido que aunque dijera que estaba muy bien de salud, la veía “muy trabajada, me saca muchos años y eso me echa para atrás”. Le ha contado que había sido conductor de autocar turístico y que había viajado mucho por toda Europa. A ella, le estaba gustando mucho su cita y le ha contado que ella era la jefa del bingo de su pueblo.
Paz le ha contado que estuvo casado 43 años y tiene un hijo, y una nieta de 15 añitos. A Cristina le quedan dos hijos “dos se me han muerto”, pero vive en el mismo bloque con sus hijos. Él ha querido saber si se iría a vivir con él y ella le ha dicho que no, que ella que quería que fuera él a su casa. Paz ha visto un problema, pero ella le ha dicho que se podían ir conociendo y que luego ya verían.
Cristina no piensa dejar su pueblo por nadie
El soltero también ha querido saber si ella se sentía capacitada para echarle una mano con las tareas domésticas y aunque Cristina le ha dicho que sí, le ha sentado fatal “quiere una criada y yo en mi pueblo, soy la reina, todo el mundo me quiere, me respeta”.

Los solteros han hablado de sexo y Cristina le ha dejado claro que lleva más de 30 años sin que le tocara un hombre por ahí abajo, pero que no lo necesitaba “tengo mis cositas para arreglarme” y es que, “no me gusta Paz para que me haga el amor”. En el momento de pagar, Paz le ha propuesto que pagaran cada uno lo suyo y a ella le ha parecido bien.
Paz ha dicho en el momento de la decisión final, que Cristina era una mujer estupenda y que habían quedado en seguir hablando hasta que llegaran a un acuerdo, pero que el acuerdo era vivir en su pueblo y ella le ha cortado en seco porque no iba a llegar a ese acuerdo nunca “no quiere volver a tener una cita contigo”, Paz lo ha aceptado y le ha respondido con un “ni yo contigo”, y cada uno por su lado.