La cita de 'First Dates' más surrealista de la historia: un soltero se pone a ‘hacer el cuñao’ sin previo aviso

No te pierdas la reacción de Lidia, la cita de Alejandro, al ver que este en lugar de hablar de sexo en ‘First Dates’ se pone hasta el diente de papel
Un soltero de ‘First Dates’ evidencia la realidad de muchas exparejas: “Vivimos juntos, somos pobres”
Lidia ha llegado a ‘First Dates’ nerviosa, pero se define como una mujer muy echada para delante, extrovertida y atrevida. Es sanitaria, pero actualmente se dedica a la hostelería. Le ha contado a Carlos Sobera que lleva mucho tiempo sola y que le gustaría encontrar a un hombre alto, moreno, extrovertido, con don de gentes… Su pasión es el baile latino y no le importaría acaba su cita bailando si la cosa ha ido bien.
Alejandro, su cita, se ha definido como un tipo muy payaso, al que le gusta mucho la espontaneidad. Está convencido de que los hombres menos agraciados “como yo, tenemos que desarrollar otras armas, el desparpajo, la labia, el ser un poco sin vergüenza…”. Al verle, Lidia ha tenido claro que Alejandro no era su tipo para nada ni siendo militar, que siempre le han gustado.
A Lidia le gustan los militares, pero Alejandro, no
Al soltero, le ha gustado que su cita fuera de un pueblecito de Sevilla que él conoce muy bien y le ha parecido muy simpática. Lidia se ha sorprendido porque ella conocía a muchos militares y Alejandro no tenía pinta de serlo, pero han brindado y se han ido directos a cenar.

La cena ha comenzado hablando de números. Alejandro el ha dicho que él tenía 47 años y que, a ella, se le notaba que era más joven. Ella buscaba a un chico más joven que ella y ese era otro motivo más para que su cita no le gustara. El soltero le ha contado que era de un pueblecito de Sevilla, que le gustaban los juegos de mesa y leer. A Lidia le ha gustado porque ella también lee mucho y le ha confesado que el último libro que se había leído era uno de Mariam Rojas “La persona vitamina”.
Alejandro es más de literatura fantástica y eso a ella, no le gusta nada. De hecho, le ha confesado que no había visto ni ‘Juego de tronos’ y ha sentido que “me han traído el más friki de Andalucía”. Lidia ha querido saber si le gustaba bailar porque era su pasión y él, le ha confesado que le gustaba y que no tenía sentido del ridículo. Alejandro es consciente de que habla mucho y muy rápido, y le ha pedido que le dijera si le agobiaba, pero ella le ha dicho que era justo lo que había pedido.
Lidia, ante la espontaneidad de su cita: "Menos mal que estás bebiendo Coca-cola"
Los solteros se han atrevido con las preguntas de sexo y al saber que Lidia no pensaba responderle a cuántas veces podía tener sexo en una noche, Alejandro se ha comenzado a reír, ha exclamado un “¡Cuñaoooo!” y al ver que a su cita le hacía gracia, ha terminado hasta poniéndose el diente de papel. “Menos mal que estás bebiendo Coca-cola”, ha expresado ella, muerta de la risa.

Lidia estaba alucinando “me he quedado anonadada, me parece surrealista…” y él, le ha confesado que él era así y que se mostraba natural cuando estaba cómodo con la gente. A ella le ha parecido divertido, pero no era la que a ella le podía conquistar “no me gustan los chistes, se ha equivocado de persona”.
En el reservado ha sonado una bachata y los solteros se han lanzado a la pista. A Lidia le ha sorprendido que Alejandro supiera bailar, pero entre ellos no ha surgido la chispa, se han visto simpáticos, pero nada más. En el momento de pagar la cuenta, Lidia no tenía el bolso y él ha bromeado con un “si quieres pago tu parte y luego me devuelves el doble”.
Lidia ha sido sincera y le ha dicho que la cita le había parecido surrealista “con lo del risita lo has rematado”, algo que a él, le ha alegrado porque él tampoco repetiría a pesar, de habérselo pasado muy bien.

