El fuerte ataque en el que el combatiente Juan perdió parte de sus dedos en Ucrania: “Estuve en coma cinco días”

  • El invitado de 'Viajando con Chester' relata la dura realidad de la guerra y cómo vivió durante meses encerrado en un edificio

  • El exlegionario cuenta cómo vivió cuando cayó un proyectil a cinco metros de él: "Me vi la pierna reventada, el dedo colgando, lo vi fatal"

  • Ver todos los programas de 'Viajando con Chester', al completo

Juan, exlegionario y combatiente español que decidió marcharse a Ucrania para prestar su ayuda al tener conocimientos militares, se ha sentado junto a Risto Mejide en ‘Viajando con Chester’, para contar la realidad que ha vivido en la guerra del país y el día que sufrió un ataque.

“Tenemos prohibido ser más de veinte en un edificio, éramos veinte y llevábamos cuatro meses sin salir de ahí. Apenas sin comida, no llevaba ayuda humanitaria”, explica Juan para poner en contexto de cómo vivía junto a sus compañeros. Asegura que comía lo que podía, ratas, una sopa con verduras del campo. Tuve suerte porque me llevé de España una cuantas latas, pero racionaba una por semana. Las he pasado canutas”.

Cuando estaba en Ucrania desde hace varios meses en un edificio escuchando disparos, bombardeos, ya te resulta habitual, asegura: “Haces vida normal con tus compañeros. Y eso me pasó, me confié”.

Él ya llevaba seis meses en Ucrania, en Jérson las bombas caían a pocos metros, pero una mañana uno de los proyectiles entró por la ventana, cayendo a su lado, destrozándole una pierna y amputando parte de sus dedos: “Me levanté pensando qué desayunar. El proyectil impactó a cinco metros de mí y me mandó al otro lado de la habitación”.

“Recuerdo humo, olor a pólvora. Me vi la pierna reventada, el dedo colgando, lo vi fatal. Lo primero que hice tumbado en el suelo es mover los dedos de los pies para ver si había perdido la pierna para poder seguir conduciendo la moto y luego la mano a ver si podía dar gas. Después de eso empecé a chillar y pedir ayuda en español”, relata.

Cuando que sus compañeros le pusieron varios torniquetes y le sacaron al primer puesto de socorro que había en tres kilómetros: “En ese trayecto entré en parada cardiorrespiratoria, me llevaron al hospital y ahí entré en coma, estuve cinco días y cuando me desperté vi que el dedo me faltaba”.

Además, cuenta que le dijeron que le tenían que amputar la pierda a la altura de la ingle y el brazo a la altura del codo: “Lo pasé muy mal, no me ha afectado perder el dedo, pero me sentó mal que no me preguntasen si amputarlo”. Explica que en su pierna ha tenido que someterse a doce operaciones y todavía no está del todo recuperada y dos operaciones en el brazo.