La sinceridad de una soltera de 'First Dates' al echarle las cartas del tarot a su cita deja descolocado al soltero: "Me has dejado muerto"

Al hablar sobre la espiritualidad, Mercedes le propone echarle las cartas del tarot a su cita sin que éste esperase que fuera a ser tan sincera
Un soltero se llena de sinceridad en 'First Dates' y le propina un directo zasca a su cita al ver cómo va vestido: "Esa camiseta no me gusta"
Guillermo es un profesor de música y trombonista de 44 años al que conocen en Tudela por el apodo ‘Monín’ por los actos de servicio que tenía con uno de sus amigos. Entra en el restaurante de 'First Dates' por un motivo: "No ligo en ningún lado, nunca se me ha dado bien. O me ligan, o soy bastante negativo". Eso sí, es un experto en "articulación con la lengua" gracias a su habilidad con su instrumento.
Al soltero le gustan "como Claudia Schiffer", es decir, "como la mayoría de las modelos que salen". En definitiva, "rubias con los ojos azules, buenos pechos, buen culo y simpáticas con la sonrisa bonita". ¿Se parecerá en algo a su definición su cita?
Mercedes, una auxiliar de enfermería de 38 años, asegura ser una mujer que dice "las cosas sin filtros": "Me gusta el sincericidio un poco". Además de honesta, se considera a sí misma una persona "muy sexual". "De físico estaba bien, pero la cara no me ha atraído", confiesa Guillermo en su momento a solas con la cámara, un sentimiento que comparte con la soltera: "Físicamente no me ha atraído, no es una persona que considere que sea feo… Tiene algo pero no me ha dado esa chispa". ¿Cambiarán de opinión al conocerse más en profundidad?
Una tirada de cartas descoloca al soltero
Para saber un poco más el uno del otro, los solteros juegan durante la cena a un juego de preguntas donde sale el tema de la espiritualidad. Guillermo se lo lleva a su terreno, confesándole a su cita que ha "perdido a amigos jóvenes en poco tiempo" y que su espíritu "está con ellos". Sin embargo, Mercedes se sorprende al ver que "lo ha interpretado a la muerte", mientras que ella lo enfoca más al tema del tarot, el cual le gusta mucho.
De hecho, aprovecha este momento para dejarle caer que lleva una baraja en el bolso. Sin dudarlo, el soltero le pide que le eche una tirada, sin esperar qué es lo que le diría su cita al interpretarlas y decirle lo que ella siente.
"Ay, madre. Veo que hay algo que buscas que no llegas a terminar de encontrar. Estás acomodado, perdido en tu quehacer, en tu día a día... Estás llevando una vida, voy a decirlo así, insípida. Tienes mucha monotonía, tienes que pegar un cambio y tienes que buscar algo que te llene de ilusión", le señala la soltera. Sus declaraciones le hacen pensar a Guillermo que "lo de las cartas no ha sido muy sensato": "No me ha parecido muy correcto que me hablara así".
De hecho, el soltero le confiesa que le ha "dejado muerto", por lo que Mercedes apunte: "Igual me equivoco, yo es lo que yo veo". Laura Boado, al ver a Guillermo descolocado por la lectura, le indica: "Ya sabes dónde refugiarte, en sus brazos".
La decisión final
A pesar de que al soltero se le ha pasado la cita rápida, a diferencia de Mercedes que la define como "aburrida", llega el momento en el que los solteros tienen que decidir si quieren continuar conociéndose fuera del programa.
La soltera, por su parte, "no tendría una segunda cita con Guillermo" principalmente porque no ha sentido en ningún momento "ningún tipo de atracción física, sexual, sentimental, mental o como lo quieras llamar". Mientras, el soltero considera que su cita "ha definido todo muy bien", por lo que se encuentra de acuerdo con la decisión e incluso se anima a confesarle su primera impresión sobre ella: "Esta no es para mí". Es más, el hecho de echarle las cartas no ha sumado pues, asegura, "ha sido un poco bajonazo".

