Los dos motivos por los que una soltera de 'First Dates' ha reculado en su decisión final: "Tienes que cambiar lo de la cama..."
Pepi y Antonio, dos solteros andaluces que viven en Barcelona, han tenido una cita que ha pasado por todo tipo de momentos
Una soltera le llama la atención a su cita por sus modales con las camareras de ‘First Dates’: “No se lo tienes que decir enfadado”
Antonio, un andaluz afincado en Tarragona, venía a 'First Dates' con muy pocas exigencias. Aseguraba que tenía ganas de encontrar a una mujer con quien compartir su vida, y que pasase poco tiempo con sus animales. "Le tengo mania a los perros y a los nietos porque se quedan con el amor que yo le quiero dar", decía en privado el hombre.
El requisito de su cita, en cambio, era otro. Josefa -Pepi-, otra andaluza afincada en Barcelona, pedía que hubiese "sexo" dentro de un romance. "Me gusta un hombre alto, delgadito...", comenta. Tanto una como otro han llegado muy elegantes al restaurante, y han tenido una cita llena de conexión pero también de diferencias.
Por un lado, Pepi busca a un hombre "agradable" con el que pasar tiempo juntos. Pero le ha dicho mientras cenaban que tiene que ser fan del baile. Sin embargo, se llevaba una decepción porque Antonio reconoce que no ha podido aprender a bailar. Pepi, a solas, nos decía que sus amigas seguramente le estarían recriminando su cita si le estuviesen viendo.
Antonio se abre con Pepi al contarle cómo perdió a su mujer
Después de estos vaivenes, Antonio se ha abierto ante Pepi en su primera cita al contarle cómo perdió a su mujer. Relata que estuvo acompañando hasta el final a su pareja, con la que compartió 36 años de su vida. Los últimos 7 años estuvo dándole todo su amor y su apoyo a su querida, ya que padecía alzheimer, parkinson y demencia. "Estuve cada día amándola y queriéndola hasta que no pudo más", le transmitía a Pepi como podemos ver en el vídeo superior al cuerpo de esta noticia.
Pepi confesaba que no estaba al cien por cien convencida con Antonio, sobre todo por sus aptitudes para bailar. En una sala, los dos se han intercambiado besos "por sorpresa" con los que sí que ha existido esa chipa del amor. Ha sido posible gracias a las misteriosas cartas en las que les pedían que se diesen 'besos dulces' el uno y la otra. ¿Resurgirá la cita?
Parece ser que existe un futuro prometedor para Antonio y Pepi, porque en la decisión final el soltero lo ha tenido claro y ha dado su 'sí' a tener una segunda cita. Sin embargo, Pepi ha protagonizado un momento totalmente inesperado al haber cambiado de opinión en plena decisión final. "Ha venido muy elegante, eso me ha gustado mucho", argumentaba ella.
Tanto su carácter como su elegancia han hecho que Pepi quiera seguir conociendo a Antonio. Eso sí, bajo dos premisas básicas. "Tienes que cambiar dos cosas: una el baile y la otra lo de la cama... si eso va bien o no", le decía.