Un soltero de León saca en ‘First Dates’ su lado más atrevido: “Tenemos fama de cabezones y cazurros”

Juan Carlos consigue que Gema deje de pensar que es un tipo serio y le dé una segunda cita fuera de ‘First Dates’. No te pierdas la táctica del leonés para conseguirlo
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Gema se considera una mujer “simpática, extrovertida, aventurera, viajera, soy una disfrutona de la vida”. Asegura que no sale de casa sin pintarse la raya del ojo. Le ha contado a Carlos Sobera que era comercial de alarmas y él presentador ha bromeado con un “necesito una para levantarme por la mañana”. Ha estado muchos años casada, tiene dos hijas y se ha vuelto muy exigente con los hombres. Si tiene que elegir, le gustan los altos y morenos, pero que se cuiden “barrigas no, por favor. No me gustan nada”, lo mismo que le pasaba a Encarna. Ella no se cuida, pero asegura tener una buena gimnasia.
Juan Carlos, su cita, es funcionario y se cuida mucho “intento hacer deporte todas las semanas”. Al verle, Gema ha visto a un hombre que no estaba mal y le ha gustado que, aunque fuera de León, viviera en Madrid. El soltero le ha dicho que trabajaba en el sector de la seguridad y Gema le ha dicho que ella vendía alarmas “por ahí va la cosa”. Él tenía la sensación de que ella “por su físico” también trabajaba en seguridad “qué pibón, qué morenaza y qué cuerpo”.
La cena ha comenzado hablando de sus vidas sentimentales y Gema le ha contado que era madre de dos niñas y que había tenido dos relaciones serias. Su cita también ha estado casado y tiene un hijo. Los dos rondan los 50 y Gema ha sentido que él los aparentaba aunque se notaba que se cuidaba.
A Juan Carlos le encanta el sentido del humor de su cita
Juan Carlos le ha contado que practicaba senderismo y que jugaba al baloncesto. Ella ha querido saber de qué equipo de fútbol y él, le ha dicho que “del mejor equipo del mundo”. Sí, Juan Carlos es del Real Madrid y Gema le ha dicho que era del Barça, pero que era solo por llevarle la contraria, algo que a él le ha gustado “su sentido del humor y su espontaneidad” porque él, cómo buen leonés "soy muy serio, tenemos fama de ser cazurros, cabezones y muy serios”.

Eso sí, le ha dejado claro que no iba a ver ningún partido deportivo con él. Gema estaba convencida de que Juan Carlos era muy parado e iba a flipar con ella. Él es de montaña y ella de playa, pero han coincidido en el tema del tapeo y el terraceo, de hecho, él le ha dicho que tenían que ir a conocer León porque el tapeo de la Plaza Mayor era para conocerlo.
El soltero se viene arriba hablando de sexo: "¿Lo has hecho en un descapotable?"
Hablando de sexo, Juan Carlos le ha dicho que lo más salvaje que había hecho era hacerlo en un ascensor, algo que a Gema le ha sorprendido y le ha llevado a confirmar su dicho “los peores o las peores son los que no mueven el culo al andar, me puede sorprender”. Respecto a sus fantasías sexuales, Gema le ha confesado que lo quería hacer encima de un árbol y el soltero ha sentido que se podían compaginar bien porque los dos lo habían hecho en un coche descapotable y a él, le faltaba probar en la playa.
Se han confesado que estaba muy cómodos juntos y Juan Carlos ha sentido que entre ellos estaba surgiendo el feeling. En el reservado, se han atrevido con una bachata de Juan Luis Guerra y aunque Juan Carlos lo ha hecho fatal, Gema se lo ha tomado con humor “qué mal baila este señor”. Jugando a los papelitos del amor, les ha tocado darse un beso con sorpresa y un beso con mordisco, y se han reído mucho.

El estaba convencido de que se estaban gustando porque Gema no paraba de reírse, pero ella seguía pensando que ella era mucho más viva. El soltero se ha lanzado a darle un beso y se ha ganado una cobra, pero le ha demostrado que no era tan paradito. Gema no se acordaba del nombre de su cita y él, tras un “muy mal, muy mal”, le ha dicho que se acordara del rey emérito.
Juan Carlos ha sido el primero en confesarle que quería tener una segunda cita para conocerse más en profundidad “esa playa nos está esperando” y ella, sin poder dejar de reírse, le ha dicho que también la tendría porque se lo había pasado muy bien y se le ha llevado directo a bailar otra bachatilla.

