La fobia de una soltera lesbiana de ‘First Dates’ al gimnasio: “Tanto hombre y tanto chándal gris, qué horror”

No te puedes perder el divertido momento que han protagonizado Bea y Lu hablando de los gimnasios heterosexuales en ‘First Dates’, dale al play
El divertido zasca de una soltera de ‘First Dates’ al saber que su cita es vigilante de seguridad
A Beatrice, Bea, le apetece tener pareja porque cuando se ve sola los domingos echa de menos tener a alguien con quién disfrutar del atardecer. A Carlos Sobera le ha llamado mucho la atención su estilazo y ella le ha dicho que era su estilo propio “lo mío”. Le encanta el vintage, pero el vintage divertido “quería sentirme segura y cuando me pongo un traje, estoy en el pico”. Es una mujer enamoradiza “me doy cuenta al segundo si me va a gustar o no”, pero no se define como alguien alocada, en el amor es más bien cursi. No sabe qué busca, está abierta a las sorpresas de la vida.
Lu, su cita, se ha vestido con un look muy especial para que su cita supiera cosas de ella nada más verla “dice friki por todos los lados”. Al ver a Bea, le ha llamado mucho la atención su traje y ha sentido que podían tener muchas cosas en común “ese traje está alucinante”. Han comenzado a conocerse hablando de sus lugares de origen y Lu le ha contado que llevaba solo tres meses en España. Bea es italiana, pero habla español perfectamente.

A Bea le asusta un poco que su cita tenga una habitación rosa llena de lazos y peluches
Las solteras han comenzado la cena hablando de sus looks, y Bea le ha explicado que había trabajado mucho tiempo en una tienda de trajes de hombre y que era lo que le hacia sentirse más guapa. Lu es un poco atrevida y le ha dicho que estaba muy guapa, y ha sentido ganas de quitarle la corbata “está muy linda”. La soltera le ha contado que le gustaba mucho el manga y que lo había pasado mal para elegir qué ponerse “soy un poquito torpe en esas cosas”.
Le ha contado que es muy femenina “rosita, lacitos, peluches… mi cuarto es de una niña pequeña…”, algo que a Bea no le ha encantado como idea. A Bea le apasionan los animales y le ha dejado claro que era algo imprescindible que compartir con su cita. Lu la ha tranquilizado al contarle que su madre tenía un refugio de gatos y que su sueño era estudiar veterinaria.
Bea le confiesa a su cita el acoso que sufrió de niña
La soltera le ha confesado que lo que más le gusta es dormir y que se siente un panda andante, algo que a Bea le ha parecido muy gracioso. Ella le ha confesado que de pequeña había sufrido mucho acoso, pero que ahora viendo las fotos no entendía porque le decían que estaba gorda “era una niña normal”. Nunca había querido ir al gimnasio, pero hace un año y medio, decidió probar, eso sí, contra su voluntad “me asustaba tanta hormona masculina, tanto chándal gris, qué horror…”, pero que le había cogido el gusto e iba dos o tres veces a la semana.

Lu estaba muy contenta porque Bea era más o menos lo que ella estaba buscando y ha querido saber qué estaba buscando su cita. Ella le ha dicho que era Libra y que no era muy cursi, buscaba algo rosa y muy bonito. La soltera ha querido conocer los gustos sexuales de Lu y ella le ha explicado que en un momento de su vida fue bisexual, pero que ahora se decantaba más por las mujeres.
Bea cierra la cita con una decisión completamente inesperada
En el momento de la decisión final, las dos se han dicho que se habían gustado mucho, que la cita les había encantado, pero tras escuchar a Lu decir que quería repetir, Bea le ha dicho que no tendría una segunda cita con ella porque ha sentido que podían ser más amigas que otra cosa.

