Análisis de Baldo: The Guardian Owls. Aventuras con sabor a Zelda y a Studio Ghibli

  • Baldo: The Guardian Owls es una extensa aventura homenaje a los juegos de rol de los 90 como The Legend of Zelda

  • Una preciosa aventura que llega a PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC

El estudio italiano Naps Team ha querido realizar una buena mezcla de géneros en cuanto a su nueva producción. Esta desarrolladora atesora muchos años a sus espaldas, desde la época de Amiga, pasando por PlayStation, Game Boy Advance y las consolas de pasada generación. Muchos han sido los juegos en su haber, desde Shadow Fighter, los famosos Gekido: Urban Fighters o Gekido Advance: Kintaro's Revenge hasta produciones más recientes como Maria the Witch o The Knight and the Dragon, este último siendo una exclusiva de Nintendo Switch.

Hoy nos ponemos al frente de Baldo: The Guardian Owls, que ha semanas atrás fue lanzado en PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC. Este título ha querido mezclar varias inspiraciones y rendir tributo a muchas cosas, pero como bien dice el refranero: "quien mucho abarca, poco aprieta". Este es uno de los principales escollos a los que Naps Team ha tenido que enfrentarse en su desarrollo, que vio cómo su lanzamiento se retrasó algo más de un año. Ahora por fin lo encontramos y vemos como es este homenaje a The Legend of Zelda junto a una estética de anime al más puro estilo Miyazaki.

Una vista cenital, apariencia similar a la que vimos en Ni no Kuni y sobre todo ese punto de magia y belleza que saben transmitir los dibujantes de Studio Ghibli han sido sus principales características. Todo esto ilustrándose con un junto muy bonito pero que en cuanto a mecánicas y otros puntos que mencionaremos posteriormente parece quedarse algo atrás.

Tras las pistas de una leyenda

El argumento de Baldo: The Guardian Owls nos pondrá en el papel de Baldo, quien protagoniza esta aventura y que vive en el mundo de Rodia. Este simpático personaje vive en campestre hogar donde un día emprenderá un inolvidable viaje sin precedentes junto a su amiga Luna, los cuales irán tras la búsqueda de la verdad en la Aldea del Búho. Una misteriosa profecía apta para los más valientes que les enfrentará a luchar contra poderosos enemigos que están urdiendo planes en las sombras, otros personajes que la buscan por sus propios intereses e incluso conocer otros personajes con un gran valor.

Poniéndonos manos a la obra en su jugabilidad, nos encontramos ante un homenaje a juegos de la década de los noventa e inicios de los dosmil, con una aventura con vista cenital donde explorar y adentrarse en múltiples rincones. La presencia de puzles, usar hechizos mágicos, armas y derrotar enemigos dentro de mazmorras son las principales características de Baldo: The Guardian Owls.

El ritmo de la partida es completamente continuo, sin encontrarnos con escenas ni diálogos largos sino lo justo y necesario para obtener más información sobre la trama, un objetivo o conocer más a un personaje. Lo que respecta tanto al universo del título como a lo que lo rodea, es muy genérico, quizás demasiado. De esta forma, nos vemos abocados a estar frente a la sensación de estar jugando algo que ya podríamos haber jugado en anteriores ocasiones, pero de la mano de otro desarrollador y en otra plataforma.

Sea como fuere, si de algo peca es de homenajear a los clásicos y es algo que a través de su jugabilidad queda demostrado. Ya sea explorar el escenario, utilizar la espada para cortar matorrales, árboles, derrotar enemigos, coger objetos y lanzarlos o incluso romperlos para ver que guardan en su interior o interactuar con estos para resolver puzles... Son muchas las posibilidades y más gracias a una notable implementación en sus controles, utilizando los dos sticks de los mandos y siendo muy intuitivos a la hora de usarlos.

Por el contrario, hemos de mencionar la ausencia de un tutorial que cimente la experiencia de juego, yendo prácticamente a ciegas desde el primer momento sin explicar prácticamente nada. Como es habitual, recorreremos múltiples ciudades y zonas de este amplio mapeado donde conocer personajes, cumplir misiones y objetivos, además de derrotar enemigos o jefes finales.

Mecánicas exigentes y una buena curva de dificultad

Prueba y error son dos conceptos que tienen que ser tenidos en cuenta para salir indemnes de las aventuras y desventuras de Baldo: The Guardian Owls. Este es quizás otro de los puntos a tener en cuenta dentro de los homenajes al género, con una dificultad creciente y que si bien no supondrá un reto muy grande sí que obliga a no desconectar y permanecer atentos a los enemigos y resolver puzles.

Caer en combate será algo habitual, pero es algo que se ha suplido bien gracias a su sistema de puntos de control, bien implementados y muy cerca unos de otros para que la pérdida sea mínima. Combinar la espada y sobre todo el escudo es algo de gran importancia, combinarlos y encontrar sus puntos débiles serán una parte muy entretenida en la partida. Los jefes finales esconden patrones y movimientos específicos, además de otros elementos en los escenarios que usar a tu favor.

El juego propone muchas horas de juego, alrededor de 30 en las que investigar más de una decena de mazmorras y unas torres completamente opcionales. Estas guardan un gran parecido a los santuarios vistos en The Legend of Zelda: Breath of the Wild, con distintos desafíos y puzles algo más exigentes pero que proporcionan recompensas de un mayor valor.

Al inicio de nuestro artículo mencionábamos el gran parecido a aventuras clásicas de The Legend of Zelda y eso queda evidenciado desde el primer momento. Contamos con una cámara isométrica que proporciona una visión total de los elementos que tenemos a nuestro alrededor, como objetos y personajes con los que interactuar y enemigos a los que enfrentarnos. Esto queda envuelto de una atmósfera al más puro estilo Hayao Miyazaki, con un gran colorido y detalles como los vistos en las series y películas anime. Las animaciones son realistas, al igual que los efectos de luces y sombras.

Personajes carismáticos y llenos de personalidad con unas aldeas y ciudades llenas de vida cierran un apartado más que notable. A esto añadiremos su banda sonora, instrumentaciones que acompañan correctamente y que a fin de cuentas envuelven muy bien esta historia. Por último, confirmar que llega con textos de pantalla en castellano.

En definitiva…

Baldo: The Guardian Owls es un juego notable pero que se ve lastrado por algunos problemas, tanto en lo técnico con bugs que, si bien han sido resueltos en su mayoría con parches de actualización, continúan estando en cierta forma y empañando un poco la experiencia de juego. Al mismo tiempo, la ausencia de un tutorial que enseñe las mecánicas básicas y más en juego exigente en algunos puntos, puede llegar a desesperar y llevar a la prueba y error en muchos momentos. Si eres un fanático de juegos como The Legend of Zelda y buscas algo que homenajea a estos clásicos, Baldo: The Guardian Owls es una opción aconsejable siempre y cuando se tengan en cuenta sus defectos y virtudes.