Análisis de SBK 22: vuelve la emoción del mundial de Superbikes a tu consola

  • Milestone vuelve a lanzar una entrega del simulador oficial del Campeonato de Superbikes, diez años después

  • Una copia casi exacta de MotoGP 22 pero cambiando pilotos, equipos, motos y sensaciones

A estas alturas ya no hace falta recordar el curriculum de Milestone, el estudio italiano que domina desde hace más de dos décadas el desarrollo de videojuegos de simulación de motociclismo. Las sagas MXGP, Monster Energy Supercross, Ride o MotoGP llevan su sello desde hace varios años, pero es interesante apuntar que fue el Mundial de Superbikes el que confió su licencia a Milestone desde hace más tiempo.

Nada menos que desde 1999 llevaba el estudio italiano sacando, año tras año, el videojuego oficial del Campeonato Mundial de Superbikes de la FIM, pero la franquicia se interrumpió en 2012, con el lanzamiento de SBK Generations. Ahora, diez años después, gracias a un nuevo acuerdo con Dorna WSBK Organization, volvemos a tener videojuego oficial de SBK, con todos los pilotos oficiales, marcas, motos, circuitos y demás detalles, con este SBK 22.  

Hace unos meses analizamos MotoGP 22, la entrega de este año del videojuego oficial del Campeonato del Mundo de Motociclismo, que llegaba con muchas mejoras y se coronaba como un sobresaliente simulador, con nuevas tecnologías que lo llevaban un punto más allá en su búsqueda del realismo y que ha resultado todo un caramelo para los amantes de las motos y del campeonato de MotoGP. Ahora, Milestone lanza de nuevo su entrega de SBK y lo hace utilizando todo lo que ha aprendido y evolucionado en una década, valiéndose de todas las mejoras añadidas a su saga hermana. Todo lo bueno que vimos llegar a MotoGP 22 está en este SBK 22, casi como una copia exacta cambiando motos, equipos, marcas y demás características propias del campeonato de las motos ‘de calle’. ¿Es esto algo malo? Para nada.

Todo un reto para los amantes de las dos ruedas

Las excelentes críticas recibidas de parte de prensa y aficionados a MotoGP 22 son toda una garantía para los amantes del Campeonato de Superbikes que quieran emular a sus pilotos favoritos en su consola. Todo el realismo, a nivel gráfico, pero también en el apartado jugable (añadiendo variables como las físicas, los pesos de motos y pilotos, y los comportamientos reales en pista de cada una de las monturas) vuelve a brillar en esta entrega, teniendo en cuenta las características propias de la SBK, con sus propias motos que han sido añadidas al juego gracias a los consejos e instrucciones de pilotos reales y demás personal del mundial que ha colaborado con Milestone.

El juego nos permite elegir a cualquier piloto de la parrilla de Superbikes para vivir el Mundial de manera extremadamente realista. Así, podremos protagonizar todas y cada una de las sesiones de los finales de semana de campeonato, con las prácticas, las calificaciones, las superpoles y las dos carreras oficiales (la de los sábados y la de los domingos). Hemos disfrutado en la piel de nuestros admirados Álvaro Bautista, Xavi Vierges e Iker Lecuona, que ahora pelean en el campeonato de Superbikes. Eso sí, hemos echado de menos poder competir en las categorías inferiores de este campeonato, el de Supersport, ya que los pilotos y equipos de esta categoría no aparecen disponibles en esta entrega (mientras que en MotoGP 22 si tenemos disponibles Moto 2, Moto 3 y hasta Moto E).

Y aunque en SBK 22 contamos con todas las ayudas personalizables a la conducción que ya pudimos experimentar en MotoGP 22, con un completo tutorial que nos enseña los trucos básicos y nos ayuda a ajustar estas ayudas a nuestra forma de pilotar, tenemos que decir que el juego es, en términos generales, más difícil que su entrega hermana. Y es que, en la búsqueda del realismo, SBK 22 ofrece un pilotaje mucho más complejo, como en la vida real. Hay que tener en cuenta que, al contrario del el Mundial de MotoGP, que cuenta con motos diseñadas para la competición, Superbikes es un campeonato donde participan versiones modificadas de las grandes motos de fábrica, es decir, los modelos que podemos ver en nuestras carreteras. Y esto hace que dominarlas en un circuito sea muy complejo, en la vida real y en el videojuego.

Así, la curva de aprendizaje es más acusada y, tras varios meses ‘hechos’ a las sensaciones de MotoGP 22, tenemos que decir que la entrada a SBK 22 ha sido dura, muy dura. Tanto como los golpes virtuales que nos hemos dado en las primeras carreras intentando dominar la Ducati de Álvaro Bautista (el actual líder del campeonato de SBK) en un fin de semana de competición. Así, hay que advertir que este es un juego exigente, todo un reto para los amantes de estos títulos de simulación sobre dos ruedas.

Pero, si eres capaz de hacerte al pilotaje, comenzarás a disfrutar de todo lo que ofrece SBK 22: el realismo en la elección de los neumáticos para cada carrera (de entre un amplio catálogo de ruedas Pirelli para pistas secas y húmedas), la gestión del combustible para equilibrar el peso de la moto o las demostradas virtudes de A.N.N.A., el revolucionario sistema de inteligencia emocional basado en redes neuronales y aprendizaje automático que ya nos deslumbró con la IA de los pilotos en MotoGP 22.

Al tradicional Modo Carrera, los modos rápidos y las carreras multijugador se une una gran capa de personalización que nos permite crear a nuestro propio piloto (y nuestra propia moto, casco, guantes, pegatinas de todo tipo con varios editores…) y llevarlo a la gloria del campeonato de Superbikes.

En definitiva…

SBK 22 nos devuelve el videojuego oficial del Campeonato de Superbikes tras diez años de ausencia, y lo hace con sus desarrolladores de siempre, que han evolucionado de manera exponencial como desarrolladores a nivel tecnológico y jugable. El resultado es una entrega fantástica, llena de realismo a todos los niveles, lo que es genial para los amantes más puristas de las motos pero que puede ser un problema para un jugador menos experimentado.   

*Hemos realizado este análisis con un código de SBK 22 para Xbox Series facilitado por Milestone.