Carlos Cuerpo recuerda junto a su familia la drástica decisión de sus padres que cambió el rumbo de sus vidas: "Fue un ‘shock’"

El ministro de Economía disfrutando de una comida familiar. 'Mis raíces'
Compartir

Carlos Cuerpo tuvo que abandonar su casa, su escuela y sus amigos a los nueve años cuando sus padres tomaron la determinación de emigrar a Suiza en busca de mejores oportunidades. Para el actual ministro de Economía esto fue "un shock" porque no eran conscientes de que sus padres estaban dentro de una oposición como profesores donde podían ser mandados a otros países a enseñar español a segundas o terceras generaciones de personas emigradas.

Tomaron esta determinación porque era su ilusión, asegura su madre durante la comida familiar organizada en 'Mis raíces'. Ellos confiaban tanto en las capacidades de sus hijos que estaban seguros de que podían asumir cualquier reto académico "sin problema ninguno", afirma. "Cada paso que han dado ha sido para darnos lo mejor, todas las oportunidades para tener la formación más completa posible y vivir, en muchos sentidos, todo eso que ellos no pudieron vivir", confiesa Carlos Cuerpo.

PUEDE INTERESARTE

Al final, el mismo confiesa: "No sé qué hubiéramos sido si no hubiéramos ido, probablemente personas distintas".

El día que se fueron de España

Al ministro de Economía jamás se le olvidará el momento en el que marcharon para Suiza. "Mi abuela llorando a moco tendido no podía contenerse", narra. Y es que, a día de hoy es más común mudarse a la otra punta del mundo tal y como señala su hermano. Sin embargo, "en aquella época irse de Extremadura a Suiza era un cambio importante".

"Al principio no fue fácil"

Aunque a su hermano mayor le costó más adaptarse que a él, lo cierto es que "al principio no fue fácil". De hecho, su padre cada vez que le recogía del colegio y le preguntaba qué había aprendido ese día, él respondía: "Nada". Sin embargo, "para navidades ya estábamos prácticamente integrados".

PUEDE INTERESARTE

La dificultad para adaptarse hizo que la relación entre los hermanos se volviese más estrecha: "Eso te hace unirte un poco más". Tal y como señala su madre, "se conocen muy bien y se miran y saben lo que están pensando", aunque tengan cierta competitividad. “Estoy súper orgullosa”, confiesa.

A pesar de que le costó adaptarse, lo cierto es que no se arrepintió de nada: "Yo me quería quedar, no quería volverme". El político se había acostumbrado tanto a estar allí que ya soñaba hasta en el idioma del país. No obstante, "la vuelta fue facilísima", asegura.

¿Su vida en Suiza influyó en que acabase como ministro?

Hay una pregunta clave para Isabel Jiménez: "¿Tú crees que eres ministro gracias a esos años y la decisión de tus padres?". "A mí me marcaron mucho con lo cual lo que soy hoy, sea lo que sea, se lo debo mucho a ese periodo"

Carlos Cuerpo recuerda a su padre

A pesar de que su padre no ha tenido la oportunidad de ver esta etapa de su vida, Carlos Cuerpo cree que le diría que no se metiera en líos. También le diría el mismo consejo que le dio su hermano en su momento: Sé tú mismo.

Su abuelo, su mayor referente

Su abuelo materno, Pablo Caballero El Pinche, trabajaba en la mina del pueblo. Su espíritu de superación ha marcado a toda la familia y ha sido su ejemplo a seguir. Por eso, durante la toma de posesión como ministro de Economía el pasado 29 de diciembre de 2023, quiso hacerle un homenaje hablando sobre él, razón por la que se emocionó pues al final era una persona nacida en los años 20 que jamás pudo estudiar, por lo que con tan solo nueve años tuvo que empezar a trabajar.

Y es que, cuando la norma general era tener a muchos hijos que ayudasen en casa, el planteamiento de su abuelo fue ser consciente de cuántos podía tener para que todos tuviesen acceso a los estudios. Esto fue un motivo de discusión en el matrimonio, confiesa, porque su abuela quería tener más hijos y, consecuentemente, una familia más grande. "Miró más allá, se plantó en ese sentido y supo ver que necesitaba ese salto en la siguiente generación, lo que cambia el árbol de decisiones del resto", apunta.

Aunque nunca tuvo estudios, su abuelo era una persona "muy trabajadora, muy inteligente y discreta" según asegura su familia pues sabía arreglar desde un televisor hasta una cosechadora. Para Carlos Cuerpo su abuelo era tal referente que le pidió que escribiera toda su historia pues no quería que eso se perdiera: "Es un tesorito". Lo que más le sorprendió del mismo es "el énfasis que puso en la época de posguerra y de cómo tuvieron que salir adelante. También del inicio de la democracia y la recuperación de los cadáveres de la gente que se fusiló durante la guerra". Y es que, en casa "él nunca fomentó este tipo de conversaciones", confiesa a Isabel Jiménez.