Un soltero de 'First Dates' confiesa su “potente” atracción por Santiago Abascal: “Está golosín”

Un soltero de First Dates cuenta ante las cámaras qué político le atrae.. cuatro.es
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Ernest tiene 32 años, es gestor cultural y llega desde el mismísimo París para encontrar a su media naranja en ‘First Dates’. Al llegar a la edición de Summer Resort del programa, el soltero ha comentado que lo que más le gusta del verano es el mar y sentirse “divino”. Su código estético se asocia más a las mujeres, pero “no me considero hombre”

En el amor no le ha ido bien por ello llega al restaurante de Carlos Sobera. Busca un hombre mayor que él y que sea el contraste de su persona. Por ejemplo, si tuviera que elegir un tipo de hombre, Ernest confiesa que Abascal le pone “potentorro” porque “está golosín”.

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Por la puerta llega Jon Le Blanch, un soltero de 34 años que es property manager. Asegura que muchas personas le han visto parecido a “un Dios griego”. Una vez ha pasado al restaurante, su cara se ha vuelto un cuadro que ha sorprendido a Carlos Sobera quién le ha preguntado si no le ha gustado su cita: “Pensaba que era una broma, lo han hecho para verme la cara. Parece la bruja piruja”, le confiesa al programa.

Desde la barra del restaurante se han contado de donde son, en qué trabajan…sin embargo, Jon seguía en la negativa de querer darle una oportunidad y de nuevo le comenta a ‘First Dates’ que no le gusta su cita: “No me gusta nada, no pegamos ni con cola. Se ve desde un kilómetro”. La pareja ya desde la mesa comienza a conocerse en profundidad, y la conversación continúa con el número de relaciones que ha tenido cada uno. Jon confiesa haber tenido tres, la primera con 18 años en Bélgica, y Ernest una.

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Al escuchar que fue en Bélgica, el parisino ha querido saber un poco más sobre su etapa en este país, a lo que Jon le explica que “estuve tres años, trabajando para Bobby Brown; y luego acabé en una tienda de Mac de Holanda”.

Pese a que la conversación fluye y Ernest confiesa en varias ocasiones al programa que su cita le parece “interesante y carismático”; Jon sigue sin opinar lo mismo: “Le tengo todos mis respetos, pero, cuando lo he visto he flipado; es la bruja piruja”. Asimismo, el soltero de París volvía a quedarse anonadado al ver a Jon cantar en medio del restaurante: “Que divertido es, me ha encantado”. Tras esto, la pareja iba al jacuzzi del resort y en bañador, disfrutan de un rato íntimo en el que han hablado de los físicos de cada uno.

La decisión final de los solteros

Ha llegado el momento de conocer la decisión final de los solteros; mientras que Jon tiene claro que tendría una segunda cita porque le parece una persona “estimulante”, Ernest le confiesa que “no tendría una segunda porque físicamente es lo opuesto a lo que me atrae”