Un soltero de ‘First Dates’ desmiente la mala fama de las ratas: “Son superlimpias y…”

Descubre cómo y por qué Izumi habla de ratas en su cita con Andrea en ‘First Dates’
Un soltero de Vigo se queda en shock tras conocer a su cita: “Está pinchado por todos lados”
Izumi ha llegado a ‘First Dates’ con una cesta de huevos y asegurando que él intenta tratar a los demás, lo mejor que puede. Es de madre japones, pero ha nacido en España. Siente que nadie se acuerda de su nombre y le ha contado a Carlos Sobera que tiene cuatro gallinas, una de ellas americana y que le gusta regalar sus huevos.
Andrea, su cita, es una chica a la que le encanta el campo y que sueña con tener una cabra “Si alguien me la quiere regalar”. Trabaja en la ONCE, pero tiene gallinas y le ha parecido genial que su cita le haya traído una cestita de huevos. A Izumi le ha gustado mucho que Andrea también tuviera gallinas y que le hubieran encantado sus huevos. A ella, le ha sorprendido que fuera asiático, pero el ha gustado “he visto asiáticos mucho más feos, me ha parecido guapo”.
A Andrea le encanta que su cita le reciba con una cesta de huevos
Tras ver los huevos de Izumi encima de la barra, la cena ha comenzado hablando de animales. Andrea le ha contado que sus padres tenían una casa en el campo y que había tenido todo tipo de animales, desde cinco perros hasta “una ratita doméstica”, algo que a su cita le ha alucinado “son de los animales más malinterpretados que hay, son superlimpias, sociables… cómo las gallinas, que son muy limpias”.

Ella le ha confesado que soñaba con tener una cabra y una casa en el campo, un sueño que comparte con Izumi y que les ha hecho comenzar la cita con muchas ganas. Ella es de Barcelona, pero siente que acabará viviendo en Asturias cuando lo conozca.
Izumi le ha contado que tiene 28 años y pensaba que Andrea era más mayor, pero ella solo tiene 23 años. Lleva trabajando desde los 17 años y es una chica muy madura. El soltero le ha contado que él trabajaba de azafato de vuelo y se ha sorprendido al saber que Andrea tiene una minusvalía en el brazo de nacimiento y que trabaja vendiendo cupones.
Andrea le ha confesado que era virgen porque no había encontrado a la persona perfecta y se había cruzado con mucho listo. Ella le ha dicho que no lo echaba de menos porque no lo había probado, pero que le gustaba mucho la lectura erótica y que sabía del tema, pero solo en la teoría. Eso sí, nunca había leído nada de erotismo asiático y se ha sorprendido al saber que Izumi tiene una parte “perversión japonesa”.
Andrea: “No me he imagina bailando una sevillana con un chino”
En el reservado, Andrea le ha confesado que prefería abrir un pergamino a bailar porque le daba mucha vergüenza “no me había imaginado acabar la cita bailando una sevillana con un chino, no”. Le ha contado que no sabía cuándo era la última vez que se había dado un beso “no me gustó como besaba y no repetí”. Ella le ha dicho que no sabía besar, pero que estaba abierta a que le enseñaran.

Finalmente, han abierto un pergamino y les ha tocado darse un beso que no olvidaran jamás. A Andrea le ha dado un poco de vergüenza y le ha ofrecido un piquito, algo que a Izumi le ha parecido perfecto “misión cumplida”.
El soltero ha puesto a prueba a Andrea preguntándole su nombre en el momento de la decisión final y ella es ha puesto a reír porque no tenía ni idea. Eso sí, le ha encantado que Izumi le dijera que quería tener una segunda cita porque ella también se lo había pasado muy bien y le gustaría conocerle un poquito más.

