A una soltera de Cataluña le asusta el ritmo de su cita en ‘First Dates’: “Un hombre salvaje en la cama no es”
Mercè siente que Albert es un tipo demasiado pausado para sus nervios: “No puedo con la gente así”
Albert propone a su cita una nueva oportunidad para coger ritmo: “Lo podemos intentar”
Un soltero de ‘First Dates’ se vuelve loco ante la épica actuación de su cita: “Ha sido un momentazo”
Albert ha entrado en ‘First Dates’ un poco nervioso y nos ha confesado que le encantaría ser un poquito más lanzado, pero que no lo es ni con confianza. Es empresario del calzado y los complementos, y en sus ratos libres, es escritor. También le gusta el deporte, pero “sin entrar en toxicidades”. En el amor, ha tenido muchos bandazos emocionales “no ha sido generoso conmigo”. Nunca ha tenido un proyecto serio porque se ha encontrado con chicas muy nerviosas que querían hacer muchas cosas y que él no podía por su trabajo de empresario.
Mercè, su cita, tiene una personalidad que varia en función de a quién tenga enfrente. Si le caes bien y le das confianza, ella se abre, pero si no le das pie, ella es seca. Al verla, Albert ha visto a una chica que le gustaba físicamente “Siempre ha dicho que no quería ningún extremo, ni un palo de fregona ni una bola, los dos somos rellenitos, está bien”. El soltero ha comenzado la cita interesándose por el lugar de residencia de Mercè y han descubierto que podían ir a verse en metro.
Ella no se ha encontrado lo que esperaba, pero Albert “no está mal”. Él le ha hablado de su pasión por el teatro y la cita ha comenzado bien porque a ella también le gusta mucho “verlo, no practicarlo”.
A Mercè le pone nerviosa el ritmo de su cita: “No puedo con eso”
Tras un brindis, los dos han hablado de su edad y han coincidido en que tenían 43 años, algo que a Albert le ha sorprendido porque pensaba que su cita era más joven. Mercè le ha contado que trabaja de cara al público y que hacía un poco de todo “comercial, administrativa…” y a su cita le ha gustado porque sentía que tenían la parte comercial en común. Albert le ha dicho que poco a poco se iba soltando, pero ella ha sentido que era un tipo muy calmado y que ella no podía con la gente así. Ella necesita reírse y estar alegre, algo que sentía que con él no iba a ser fácil de tener.
Albert y el sexo: “No quiero sexo vacío”
Albert tenía la sensación de que Mercè le iba a decir que sí a una segunda cita, pero ella no lo parecía tenerlo tan claro. En el tema sexual, ella ha querido saber cómo era su cita y cuáles eran sus fantasías sexuales, pero él le ha dicho solo que le gustaban los uniformes blancos y la lencería del mismo color, pero que jamás haría un trío o algo así. Ella ha sentido que no iba a ser un fiera en la cama y que ella era un poquito más arriesgada. El soltero no puede tener sexo vacío, necesita tener sentimientos.
En el momento de la decisión final, Albert ha dicho que sí porque sentía que tenían muchas en común y que podían compaginar bien, pero Mercè le ha dicho que le había faltado ritmo en la conversación. El soltero le ha propuesto volver a quedar para intentar coger ritmo y ella le ha ofrecido un café en plan amigos.