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Ejercicio físico

Por qué algunas mujeres superan retos de equilibrio que muchos hombres no pueden: lo que dice la ciencia

Hombre y mujer prueban el mismo ejercicio. F. Gonzalez, G. Pérez
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En los últimos días, muchos habrán visto en redes sociales desafíos que parecen sencillos, pero que sorprendentemente muchas mujeres logran hacer mientras que muchos hombres fracasan. Sandra Mir ha decidido comprobar por qué ocurre esto y si estos retos son solo un truco para conseguir seguidores o si hay una explicación más profunda.

Uno de los ejercicios más comentados consiste en mantener el equilibrio en posiciones que parecen simples, pero que resultan complicadas para muchos hombres. Otro ejemplo incluye apoyarse en la puerta y sostener ciertas posturas: las mujeres lo logran, ellos no.

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Incluso ejercicios más elaborados, como doblarse a 90 grados junto a una pared mientras se sostiene una silla y se eleva el tronco, resultan imposibles para gran parte de los hombres, mientras que las mujeres los ejecutan con aparente facilidad.

La ciencia detrás del equilibrio

Consultando con un profesional, se aclara que no se trata de torpeza ni de un reto hecho a propósito para redes, sino de diferencias fisiológicas y biomecánicas entre hombres y mujeres.

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La masa muscular y la distribución de peso juegan un papel clave. Por un lado, los hombres tienen más masa en la parte superior del torso (hombros y brazos), lo que hace que su centro de gravedad sea más alto y menos estable. Por otro lado, las mujeres acumulan más masa en caderas y cintura, lo que baja su centro de gravedad y proporciona mayor estabilidad en estos ejercicios de equilibrio.

Cuando el punto de gravedad y la línea de sustentación se desplazan demasiado hacia adelante, el hombre pierde el equilibrio y cae, mientras que la mujer logra mantener la postura sin problemas.

No es un truco, es biomecánica

Lo que parecía un simple reto viral tiene una base científica sólida: la diferencia en la distribución de la masa corporal y el centro de gravedad entre hombres y mujeres explica por qué algunas mujeres pueden realizar ciertos retos de equilibrio que muchos hombres no pueden completar.

No es torpeza ni trucos de redes, sino biomecánica pura, un ejemplo de cómo nuestro cuerpo influye directamente en lo que podemos o no podemos hacer.