El gran incendio de Méntrida desde dentro: 'En boca de todos' acompaña a los bomberos en las difíciles labores de extinción
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El fuego comenzó alrededor de las 15:00 horas de este jueves tras ser detectado en la localidad toledana de Méntrida. Rápidamente, se confinaron varias urbanizaciones cercanas y los bomberos de Castilla La Mancha y la Comunidad de Madrid pusieron en marcha un gran despliegue.
El gran incendio de Méntrida provocó una gran columna de humo que cubrió los cielos de parte de la región, especialmente en el sur y en la capital. Madrid se ha teñido de tonos grisáceos y anaranjados e incluso en algunas zonas de la capital caen cenizas del cielo.
Fede Arias, reportero del programa, se desplazaba hasta Villamanta donde se ha ubicado el puesto de mando de los bomberos y la UME para acompañarlos en las difíciles labores de extinción. "Aquí nos reunimos todos los grupos intervinientes para coordinar todas las labores de extinción", explicaba un portavoz de los bomberos.
Alrededor de las 12 de la noche, la situación seguía siendo muy complicada: "Tenemos el problema mayor en el flanco izquierdo que nos quedan unos puntos en llamas porque está en una zona donde hay muchos barrancos". Además, señalaba, que a esa hora la superficie calcinada ya era bastante amplia: "El perímetro comprende unas 3.000 hectáreas, pero como el fuego ha ido muy rápido hay parte de esta superficie que no está quemada", apuntaba.
Una vecina habla del susto que se llevaron: "Estábamos rodeados"
Entre los más de 500 vecinos desalojados de la zona, estaba Ana, una ciudadana de Méntrida que nos contaba cómo vivió este gran incendio. Ana hablaba con nuestra compañera Leticia Santos y comentaba que lo primero que hicieron fue cortar la luz de la zona como primera medida de precaución: "Ya se veía el incendio, estábamos rodeados".
Acto seguido, Ana explica, que les llega una alerta de protección civil avisando del incendio en la zona y advirtiendo que no salieran sus casas. Sin embargo, el incendio se encontraba tan cerca de la casa de Ana, que la Guardia Civil llamaba a su puerta y le pedía que desalojara la vivienda.
