Calleja vive uno de sus vuelos más divertidos junto a Fran, el alfarero de Puente: “Lloro, río, me meo, no sé”

  • Calleja se atreve a mancharse las manos de barro y probar el torno: “Me ha salido un cenicero, es muy difícil”

  • Fran, impactado con los ojos de Calleja: “Me he fijado que tienes los ojos de un azul muy limpio”

Jesús Calleja necesitaba ayuda para poder cumplir el sueño de Ramón Recueros de abrir un centro de trabajo para herreros en la provincia de Toledo y para ello ha recorrido la zona en busca de otros artesanos locales. Su primera parada ha sido en Puente del Arzobispo, dónde ha conocido a Fran, un joven del pueblo que decidió continuar con el oficio familiar y ha puesto en marcha de nuevo el taller de su padre.

Aunque el presentador haya entrado en la Alfarería Juande, se ha encontrado con Fran, el hijo del alfarero del pueblo. Un joven muy humilde y modesto, que le ha explicado cómo comenzó a trabajar el barro y poco a poco con mucho esfuerzo está dándole una nueva vida a la cerámica, y creando sus propias vajillas de barro de gres.

Fran le ha confesado a Jesús calleja que él es “como Cristiano Ronaldo, necesito ser feliz” y tras mostrarle algunas de sus creaciones, le ha enseñado a manejar “la rueda” o “torno” de barro. Una experiencia que al presentador le ha encantado: “Me ha salido un cenicero, es muy difícil”.

Fran no ha podido contener las lágrimas de la emoción cuando el presentador le ha dicho que le regalaba un viaje en helicóptero y durante el vuelo no ha podido parar de reír. Estaba lleno de emoción y felicidad. Y es que según nos ha contado, ha vivido unos meses muy complicados y su cabeza solo sabe pensar en vajillas. En muy poco tiempo, Fran se rompió las dos piernas y perdió a su padre, pero cuando peor lo estaba pasando se encontró con su mujer, el amor de su vida que lo dejó todo para irse a vivir con él a un pueblo.

Fran es un hombre enamorado de su profesión, su familia y su tierra que ha decidido disfrutar mucho de cada momento y que tiene claro que si Jesús Calleja le pide la hora, él le da el reloj. El alfarero de Puente como le gusta que le llamen, ha protagonizado un vuelo muy, muy divertido además, de darse cuenta de que los ojos del presentador son “de un azul muy limpio”. “Me gusta que un hombre me diga que tengo los ojos muy limpios”, aseguraba Jesús sorprendido por el comentario de Fran.