Análisis de Pokémon Diamante Brillante y Pokémon Perla Reluciente para Nintendo Switch

  • Llegan a Switch los remakes de Pokémon Diamante y Pokémon Perla de Nintendo DS de 2007

  • Una fabulosa manera de retroceder 15 años y volver a disfrutar de estas dos entregas

Nintendo ha revolucionado el mundo del entretenimiento, en particular el digital, varias veces a lo largo de su historia. Una de las más sonadas fue cuando a finales de los noventa lanzó un videojuego basado en unos pequeños monstruos de bolsillo con aspecto más que adorable. Cuando los Pokémon -acrónimo de Pocket Monsters- de primera generación llegaron a nuestro país ya llevaban tres años dando vueltas por el mundo y demostrando que aquella apuesta de Nintendo con Game Freak era sobre seguro.

Una base jugable tan sencilla como piedra-papel-tijera, donde el agua apaga el fuego, el fuego quema a la planta, y la planta gana al agua fue suficiente para que esas criaturas se instalaran en nuestros bolsillos para siempre. El éxito de aquellos primeros juegos fue tan arrollador que no tardaron en llegar las secuelas con sus respectivas nuevas generaciones de Pokémon. El éxito ha sido tal que más de veinte años después siguen llegando nuevos juegos y nuevas criaturas lo que ha hecho que de las 150 iniciales ya se conozcan casi 900 de estos adorables monstruitos.

La última entrega, la que hoy nos ocupa, es la reedición de las versiones Diamante y Perla, que vieron la luz en Nintendo DS en verano de 2007, y que debieron gran parte de su éxito al ser el primer Pokémon lanzado en esa consola, algo que lo convirtió en uno de los lanzamientos más esperados de aquella generación. Con Pokémon Diamante y Perla conocimos a su vez a la cuarta generación de Pokémon, y por supuesto el objetivo vuelve a ser hacerse con todos.

En esta entrega hay por supuesto diferencias respecto al original de hace casi 15 años. Una de las más notables, no solo en esta iteración si no en la saga entera, es que por primera vez Game Freak no ha estado a cargo del desarrollo del mismo, si no que el desarrollo ha corrido a cargo de ILCA, el estudio japonés responsable de Pokémon HOME. Esto se debe con toda seguridad a que los desarrolladores originales están inmersos en el próximo proyecto Pokémon, que promete ser el más ambicioso de la saga y que nos llevará a un mundo abierto, pero de eso hablaremos en su momento.

La pregunta importante es, ¿se nota la ausencia de Game Freak en el resultado final? ¿Ha afectado esto negativamente a la calidad? La respuesta corta es no. Y esto es en gran parte porque la base ya estaba hecha, y es que estamos ante un remake muy fiel al original, y con lo bueno que era aquel, es un gran punto de partida.

Volvemos a la región de Sinnoh, donde una vez definido nuestro aspecto nos adentraremos en nuestra aventura con la intención de convertirnos en el mejor entrenador del mundo. Como ves, el planteamiento es el mismo que hemos visto desde la primera entrega, y no son muchos los casos de videojuegos en los que la misma mecánica funcione durante décadas. Y es que la principal novedad de este Pokémon Diamante Brillante y Perla Reluciente es el cambio estético con los cambios obvios que piden los casi tres lustros que han pasado desde el lanzamiento del original.

La estética elegida para esta entrega, quizá para diferenciar los remakes de los lanzamientos principales es más desenfadada, con un el estilo Super Deformed que acerca a los personajes a Funkos coleccionables. Pero las novedades no se limitan a la parte estética. Una de las principales es la posibilidad de acceder al archivo de nuestros Pokémon, al PC, desde cualquier parte, algo que se introdujo en Espada y Escudo y que supone un gran cambio en la jugabilidad, puesto que no estamos obligados a acudir a un centro Pokémon si queremos hacer cambios en nuestro equipo.

Esto resulta especialmente útil cuando vamos a cruzar, por ejemplo, una zona repleta de Pokémon de agua y se nos ha olvidado incluir a un acompañante de tipo eléctrico. El hecho de acceder al PC desde cualquier lugar nos permite corregir ese despiste sin tener que perder tiempo en volver a la ciudad más cercana. También se nos permite, llegados a cierto punto en la aventura, personalizar el aspecto de nuestro entrenador comprando nuevos trajes completos.

Quizá el punto más débil de esta entrega es la extrema facilidad que nos presenta en los combates y en la aventura en general. Si eres un jugador de Pokémon con cierta experiencia enseguida te vas a dar cuenta de que con la elección inicial prácticamente te va a bastar para completar todo el juego, con lo que desaparece gran parte de la diversión. Esto sucede sobre todo por la cantidad de experiencia que se le da a los Pokémon que no participan en el combate.

Si tienes un equipo más o menos complementado desde el principio, con un Pokémon planta, uno de fuego, uno de agua y uno eléctrico, puedes dejar las otras dos casillas para tu gusto personal, vuelo, tierra, hada, fantasma.. casi va a dar lo mismo lo que elijas porque su participación va a ser residual. Eso sí, el hecho de que avancen tan rápido en su nivel te puede sacar de algún apuro imprevisto. Si a esto le sumamos que en cuanto te adentres en hierba alta vas a encontrar combates aleatorios casi a cada paso, hará que cuando llegues a un Gimnasio tu equipo esté unos cuantos niveles por encima de los rivales a los que te vas a enfrentar. Aquí echamos de menos la novedad de poder ver con antelación a los pokémon salvajes sueltos por el mapa. Además, si contamos con el hecho de que en ciertas zonas esto sí sucede, como en el subsuelo, la sensación al volver a la superficie es extraña.

Una de las características más demandadas de todos los juegos de la saga es poder seguir jugando una vez has terminado la trama principal. En este sentido Diamante Brillante y Perla Reluciente brilla tanto como su nombre. Y es que una vez acabada la tarea principal podremos dedicarnos a, por supuesto completar nuestra Pokedex, lo que nos dará la posibilidad de hacernos con los Pokémon Legendarios, y que es el verdadero objetivo para muchos de los jugadores, pero también podremos participar en diversos eventos y combates que nos encontraremos a lo largo del recorrido, como por poner un ejemplo los Concursos de Belleza.

Los minijuegos del subsuelo, los mencionados concursos, el renovado aspecto visual y el conjunto del juego en general hace que no hayamos echado demasiado de menos a Game Freak, en una edición que por primera vez no han programado ellos. Es cierto que el juego tiene algunos fallos gráficos que no son habituales, pero en general el trabajo hecho por ILCA no desmerece ni a lo hecho anteriormente ni a la saga que representa.

En definitiva...

Con todo, quizá esta edición, o reedición, no entre en el top de juegos de Pokémon, pero sí que estamos ante un título más que digno tanto si no lo habías jugado como si te ha podido la nostalgia. Es evidente que los cambios que introduce no son suficientes como para considerarlo un remake revolucionario, pero es que este Pokémon Diamante Brillante y Perla Reluciente no pretende serlo. Es más, la sensación que tienes durante toda la aventura es que te quiere ofrecer un lugar cómodo, un sitio cálido al lado de la chimenea donde te sientes a gusto.

Es tan familiar que si jugaste al original durante unas cuantas horas te traerá recuerdos inmediatos de ese tiempo transcurrido. Pero es que también sirve de magnífica iniciación para aquellos más jóvenes que quizá ni siquiera habían nacido cuando Diamante y Perla llegó a las estanterías. Para ellos esta entrega supone un juego más sencillo que Espada y Escudo, sin megaevoluciones ni dinamax que te distraigan del cometido de entrenar a tus Pokémon, hacer que se vuelvan más fuertes y evolucionarlos cuando lo consideres. Como decíamos al principio, un piedra-papel-tijera adornado con criaturas adorables pero que mantiene la esencia de la sencillez, y es que a veces no hace falta mucho más.

*Hemos realizado este análisis con un código de Pokémon Perla Reluciente para Nintendo Switch facilitado por Nintendo.