Kike Sarasola señala a Pedro J Ramírez: "El Mundo' nos persiguió por la amistad de mi padre con Felipe González"

  • El deportista se sienta en el sofá de 'Viajando con Chester' y habla de la relación de su padre con Pedro J

  • "Utilizaron a mi padre para ver si podían encontrar mierda de Felipe", cuenta.

  • Kike Sarasola recuerda entre risas el día que se metió debajo de la mesa para espiar a los amigos de su padre

Kike Sarasola ha visitado 'Viajando con Chester' y ha hablado con Risto Mejide de las consecuencias que tuvo que pagar su familia por la amistad de su padre. "Mi padre pagó un precio de persecución. Nos agobiaron. ‘El mundo’. Fue el que nos persiguió, el que nos buscó de arriba a bajo tratando de dañar a Felipe. Fue duro para mi padre. Un daño colateral. Un daño colateral es que cuando alguien quiere atacar a una persona utiliza todos los medios posibles. Utilizaron a mi padre para ver si podían encontrar mierda de Felipe. Así de claro. Mi padre no perdió un solo juicio de los que tenía. Los ganó todos y nunca pudieron demostrar que se había llevado un solo duro", asegura el deportista.

"Mi padre creía en la democracia, que tenía que haber un cambio en nuestro país y luchó muy fuerte por ello. Cunado luego Pedro J quiso venir y le pidió dinero para montar el mundo y para atacar a Felipe, se lo dijo así tal cual, le dijo que era su amigo y que no iba a montar un periódico para atacar a su amigo. Esa negativa de mi padre a Pedro Jota fue lo que provocó esa inquina y ese odio. Se vengó", explica Kike.

Kike Sarasola recuerda el día en el que 'espió' a Adolfo Suárez y Felipe González en su casa

Risto Mejide ha preguntado al empresario por su divertida anécdota 'espiando' a Adolfo Suárez y Felipe González. "Yo sabía que había algo, con el tiempo me he enterado de lo que fue. En esa época estaban a punto de hacer la moción de censura. Papa que era amigo de los dos hizo una cena en casa. Yo tendría 8 años, no me enteraba de mucho", recuerda Sarasola.

"Estaban los dos medios cabreados, de repente uno levanta la pierna y se escuchó un ‘ay’. Se asustaron pensando que era un espía. Y éramos yo y mi hermano. Se quedaron acojonados", cuenta entre risas.