Tras la sentencia del Tribunal Supremo, Raül Romeva, exconsejero de exteriores de la Generalitat, se enfrenta a 12 años de prisión e inhabilitación por sedición y malversación. En 'Todo es mentira', su mujer, la eurodiputada Diana Riba, ha explicado cómo ha afectado la sentencia a su familia.
"La conocí personalmente a través de los medios de comunicación. Una vez más nos enteramos por vosotros de lo que ocurre en los juzgados. La recibimos como un golpe muy duro, familiarmente vamos a estar con esta condena de 12 años a nuestras espaldas. También es un golpe duro a la democracia", explicaba.
Cuenta Riba que pudo visitar con sus hijos a su marido en la cárcel y que la familia habló de cómo afrontar esta etapa que se les avecina. La condena supone un varapalo para su rutina familiar, aunque Diana explica que no les ha pillado por sorpresa tras el año que ha estado Romeva en prisión preventiva: "No hemos visto que el Gobierno español quisiera resolver esta situación. Hace 10 años que Cataluña y todo su proyecto está en el terreno judicial. Esperábamos esta sentencia. Tenemos que forzar esta mesa de diálogo para que el Gobierno se siente a hablar", decía.
Marta Flich se ha preocupado por cómo los hijos de Romeva y Riba, en plena preadolescencia, se han tomado la sentencia del Procés. En este sentido, Diana Riba aseguraba que sus hijos conviven con esta realidad desde hace mucho tiempo y que comprenden la labor de sus padres: "Es difícil pero mis hijos hace dos años empezaron con este proceso de convivencia de ver a su padre en la cárcel. Llevamos un año y medio conviviendo con esta situación. Entienden que es un hecho colectivo, no algo individual de su padre. Afecta a muchos ciudadanos, incluso a Europa. Entienden que tienen unos padres que quieren luchar por el bien común y que van a seguir luchando por la autodeterminación y el derecho de libertad de expresión", declaraba.
Además, sobre las movilizaciones de El Prat, Riba insiste en la búsqueda de diálogo: "Siempre defendemos que tenemos que ejercer el derecho a la manifestación de manera pacífica y pasiva. Esta sentencia no es un final de nada ni es el inicio, estamos en el proceso. Nos tenemos que sentar a dialogar y buscar una solución pacífica", sentenciaba.