Risto Mejide estrena temporada con un contundente alegato contra la gestión de los políticos en los incendios: "Dan alas a la ultraderecha"

Risto Mejide culpa a PP y PSOE de dar "alas" a la ultraderecha: "PP y PSOE se preguntarán por qué tienen cada vez más poder en España"
El análisis exhaustivo de Risto Mejide sobre los casos de violencia cometidos por migrantes: "No nos dejemos engañar"
'Todo es mentira' estrena nueva temporada pisando fuerte. Risto Mejide vuelve como conductor del programa y lo hace cargando duramente contra la gestión de los políticos en los incendios que han estado arrasando la geografía española. Su alegato es un discurso con el que trata de hacer reflexionar a los dirigentes, independientemente del partido al que pertenezcan.
Risto Mejide llama a la reflexión de los dirigentes
El presentador daba la bienvenida a la audiencia a la octava temporada de 'Todo es mentira' rodeado de bomberos forestales pues "ellos han sido los verdaderos héroes que han luchado día a día contra el fuego. Ellos, brigadistas voluntarios". Y es que, más de 30.000 hectáreas han sido arrasadas por los incendios, dejando atrás cuatro fallecidos.
"Nos hizo falta una pandemia para darnos cuenta de lo importante que eran nuestros sanitarios. Nos hizo falta un apagón para darnos cuenta de lo importante que era planificar bien las infraestructuras críticas del país. Y ahora, lamentablemente, ha hecho falta un verano histórico e inclemente con incendios forestales de sexta generación para darnos cuenta de lo mucho que los necesitamos a ellos y, por cierto, lo maltratados que están", denuncia Risto Mejide.
Sin embargo, para el presentador lo más grave es que "el fuego pilló a nuestros políticos, eso sí, de vacaciones. Claro, daba una pereza volver". Da igual a qué partido perteneciesen porque "Sánchez, por ejemplo, tardó una semana en interrumpir sus vacaciones. Enhorabuena, Presidente. Fernández Mañueco, al que se le estaba quemando Castilla y León, apuró unos días en Cádiz antes de volver. Y su consejero de Medio Ambiente se fue a un acto y una comida en Gijón en plena ola de incendios. Mañueco, por cierto, que pasó en unas horas de asegurar que tenía medios suficientes para distinguir los incendios, a pedir una cantidad de recursos de la que no expone ni siquiera toda Europa. Entre una cosa y otra no hubo un informe riguroso de ningún técnico, no hubo ninguna opinión especializada, solo hubo un cambio de estrategia política de su partido".
"El fuego ha vuelto a dejar en evidencia las costuras del Estado de las Autonomías", apunta, ya que "hemos visto a bomberos y brigadistas que no podían acudir a extinguirlo apenas a unos kilómetros porque pertenecían a otras Comunidades Autónomas, como si el fuego pidiese permiso para cambiar de provincia".
A parte, "hemos visto a bomberos mal pagados, mal equipados, despedidos después del verano y, sobre todo, ignorados por las Administraciones Públicas. Han tenido que abandonar una huelga para acudir en ayuda de todos".
Tras hacer un análisis de la situación, Risto Mejide tiene claro quién gana y quién pierde en este pulso político: "Sería injusto decir que al Gobierno del PSOE y a las comunidades afectadas, casi todas del PP, no les importaban los incendios. Claro que les importaban mucho, muchísimo. Les importaban tanto como a la vez sacarle rendimiento político a las llamas en el medio. Por supuesto, todos nosotros pero sobre todo los vecinos que han asistido impotentes a una pelea en la que PP y PSOE cruzaban insultos y se acusaban mutuamente de ser unos inútiles e incluso pirómanos... Bueno, todo este teatro, esta sobreactuación, estos errores en cadena tienen muchos perdedores. Todos nosotros para empezar, pero también algunos ganadores. La ultraderecha se ha sentado a ver cómo PSOE y PP se acusaban mutuamente de incompetencia y, por contraste, la ultraderecha, consumados, especialistas en no hacer nada, fanfarrones sin gobierno, se presentan como retomados expertos en soluciones mágicas que, por cierto, nunca han aplicado en ningún sitio porque, insisto, no sufren el lastre que supone gobernar. Eso sí, luego PSOE y PP se preguntarán por qué la ultraderecha tiene cada vez más poder en España, por qué se disparan las encuestas en intención de voto. Bueno, pues se deberían mirar a ellos mismos, son ellos los que les están dando alas por su pelea cortoplacista por siete votos mal contados".

