Dos peligrosos sicarios explican el procedimiento para encontrar y matar a su objetivo: "Tengo que dejar la cabeza en su casa"

Antonio Pampliega investiga los entresijos del mundo de los sicarios en 'Territorio Pampliega'
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Antonio Pampliega regresa a Cuatro con 'Territorio Pampliega' para adentrarse por primera vez en las historias que impactan directamente a la sociedad española. El periodista aborda en esta entrega el mundo de los sicarios para mostrar la realidad de uno de los fenómenos más inquietantes.
Una vez el periodista se sienta frente a los dos sicarios, su primera pregunta es conocer por qué llegan con la cabeza completamente tapada, a lo que uno de ellos explica que "tenemos la vida comprada, pero mi familia es sagrada", confiesa. Asimismo, Pampliega le pregunta cómo es estar al otro lado; el sicario sin pensarlo le detalla que es el precio que uno paga por hacer daño al resto". Pese a la frialdad que demuestran, ambos sicarios saben cuál es el final de su oficio: "Acabaremos como nuestro amigo, descuartizado. Sabemos que es lo que nos va a pasar".
Por otro lado, los sicarios han explicado cuáles fueron los motivos que les llevaron a meterse a esta "profesión". Cuentan que sus primeros deseos era conseguir los mejores zapatos, la mejor moto por tener el mejor móvil de esa época y por "tener una vida diferente". Otra de las cosas que más han sorprendido al periodista, es la manera en la que aprendieron a ser sicario: "El país en el que resido hay escuelas donde te entrenan y reclutan a gente. La primera vez que te llevan, te dan un arma y ahí sientes el miedo, pero eres tú o es él, le matas. Para sobrellevar el miedo me llevaba drogas".
Sicario, sobre el proceso de descuartizar un cuerpo: "Cogemos un corta uñas para poder ir picando el cuerpo"
En relación a la escuela de sicarios, ambos explican que existen dentro de ella diferentes escalas que dependían de la persona, mientras uno era el encargado de matar, otro descuartiza el cuerpo: "Te pone un mensaje el de arriba con 'haz esto'. Además, el asesino a sueldo revela que ha descuartizado a personas vivas para que sientan el dolor que sintieron a los que mataron de otro grupo.
Sobre con que herramientas lo hacen, el sicario detalla que "con machete, cuchillo" y lo hacen a la "picada". Este procedimiento consiste en coger un "corta uñitas para irte picando el cuerpo. Depende de cómo quieras que sufra". Al escuchar el terrible y lento proceso, Antonio no ha dudado en querer saber si en algún momento les han suplicado, ellos han mostrado frialdad y comentado que "es tu vida o la de él. Nos daban 2.500 o 3.000 por matar y si es descuartiza tiene otro precio mayor porque tiene más trabajo".
Por último, uno de los sicarios explica que al verse frente al espejo se ve como un "arma de matar, un asesino en serie". Asimismo, el proceso para encontrar a su objetivo y matarlo, explican que tienen 48 horas para saber donde está, qué hace, lo que come y todo. A las 72 horas tiene que estar muerto con un disparo en algún lado en concreto o "dentro de un saco tirado". Tras esto, los cuerpos los tiran por "sectores de ellos; y la cabeza la dejo en la casa de él".

