El Gordo se harta de Fali Fernández Navarro y le echa del trabajo: "¡Vete de mi cocina!"

El Gordo decidió dar una oportunidad a su cuñado, Fali, y ofrecerle trabajar en su churrería
Además de llegar doce horas tarde, todo fue un auténtico desastre que le hizo perder la paciencia: "No hay remedio con él"
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Amanecía un nuevo día en Mallorca. Un día en el que, para variar, Fali Fernández Navarro decidía no madrugar. Ni el hecho de haber quedado con su cuñado El Gordo a las siete de la mañana fue motivo suficiente para que saliera temprano de la cama. El objetivo era que comenzara a trabajar a primera hora en el bar pero, cuando quiso aparecer, ya había hasta anochecido.
Fali lleva un tiempo viviendo con El Gordo, desde que La Mari le echó de casa, y éste ha optado por ofrecerle trabajo en su bar con el objetivo de que se convierta en un hombre productivo. "¡Buenas tardes! ¿Cómo estamos?", decía como si nada al aparecer por la churrería. Eso sí, El Gordo le recordaba que debería haber empezado a hacer churros ese mismo día.
"Si quieres cambiar, hay que hacer las cosas bien", le insistía ante su negativa de ponerse a cocinar. "Venga, pues dame un mandil, o dame algo", terminaba accediendo Fali.
Churros fallidos
Una vez preparados y dispuestos a entrar en faena, El Gordo le explicaba cómo hacerlo: "Si lo amasas mal, aquí no va a salir nada. Solo tienes que usar las manos, como si limpiaras el fondo de barreño", le detallaba. Pero, a pesar de sus intentos, Fali no conseguía hacerlo del todo bien. Mas bien dejaba mucho que desear.
"Se pensaba que estaba haciendo cemento como para hacer una obra o una pared. No hay remedio con él", se desahogaba El Gordo con el equipo del programa.
Y, antes de poder continuar dándole instrucciones, Fali le interrumpía para comerse un canapé: "Tío, por favor, estamos trabajando. Se va a pasar la masa. Es que así no se puede trabajar. El primer día ya haciendo el mono". Una vez más, El Gordo se abría con el equipo: "El Fali es único y no hay remedio con él. Un desastre total".
Pero, aún quedaba lo peor. Llegado el momento de freir los churros, El Gordo terminaba por perder la paciencia con Fali y optaba por echarle del negocio: "¿Pero qué has hecho, tío? ¡Por favor! ¿Y tú quieres venirte aquí...? Esto es una mierda, mira lo que has hecho. ¿Tú ves esto lógico? Escúchame, lo de churrero no puede ser. Vete de mi cocina, por favor. Vete. Vete fuera y luego hablamos".

