Daniel es un chico con la agenda a tope de eventos, es ingeniero informático y trabaja en una consultoría. En el amor, no se queja, pero está buscando a alguien que se parezca a él y no ha tenido muchas parejas. Le gustaría que su cita en ‘First Dates’ sea muy parecido a él “físicamente y sobre todo, mentalmente”. Le gustan mucho los juegos de mesa, los musicales y los videojuegos. Aficiones parecidas a las de Álex, otro soltero del programa.

Jesús, su cita, es un tipo superfriki, amante del anime, los videojuegos… Al verle, Carlos Sobera ha sentido que sí se parecía mucho a Daniel, y él ha visto a un chico que podía ser su prototipo. Los dos están a puntito de pasar la barrera de los 30 años y han comenzado la cita hablando de sus profesiones.

En el momento de pedir la cena, Jesús se ha puesto un poquito nervioso porque no estaba entendiendo la carta y no sabía qué pedirse “Soy un poco de paleto y no estoy entendiendo la carta, soy de un pueblo de Ciudad Real”. Daniel se ha reído y ha intentado explicarle sus dudas respecto al tataki y el gorgonzola “¡Qué vergüenza!”. Eso sí, ha aprovechado que había almejas en el menú para contarle a su cita que era bisexual y que tenía antojo de almeja “hace mucho que no como almejas”.

Daniel es homosexual, pero no le ha importado la tendencia sexual de su cita porque él además, no es un tipo celoso ni posesivo. Eso sí, no le ha gustado nada que se fijara tanto en Laura Boado. Al ver a la camarera, Jesús ha exclamado un “es guapísima” y Daniel le ha pedido que se centrara “has venido a la cita conmigo”, pero ha sentido que lo hacía para vacilar y darle un poco de chispa a la cita.

En el tema de relaciones, Daniel le ha dicho que había tenido muy pocas relaciones y Jesús le ha contado que había tenido un de cuatro años, pero que había sido una relación un poco tormentosilla. De hecho, le ha dicho que ya no quería relaciones tóxicas y que sacaba la red flag con mucha facilidad. Su última relación comenzó hace cuatro meses y terminó hace dos semanas, algo que a su cita le ha pillado muy de sorpresa.

El soltero le ha dicho que era un poco complicado y muy tradicional en el tema de las relaciones. Algo que a Daniel no le ha importado porque él también es de parejas cerradas y cree que tiene que tener muchas cosas en común con su cita. Han hablado de relaciones y han coincidido en el tema de los juegos de mesa, y en que los dos eran muy de Nintendo. Lo que a Daniel le ha asustado un poquito es que su cita tuviera una cita llena de muñequitos de anime “aunque estén en vitrina, eso hay que limpiarlo en algún momento”.

Jesús ha visto en Daniel a un chico muy mono y muy agradable, pero no había sentido la chispa/flechazo que él necesita sentir cuando conoce a una persona y no ha tenido más remedio que darle calabazas.