Pues sí, la Comunidad de Madrid ya tiene un festival de rock de la categoría que se merece tras la primera edición de 'En Vivo'. El centro geográfico de la península, el Cerro del Espino -perteneciente a la localidad de Getafe-, fue también el epicentro de una marea de jóvenes que buscaban disfrutar de buena música y compañía durante tres días.
Así, el jueves (con menos gente que el fin de semana, por motivos laborales) los fieles disfrutaron de una noche en la que saltaron con Saratoga, Albertucho o Def con Dos. El viernes, el recinto de acampada (bien organizado, al igual que las zonas para aparcar en el polígono industrial) se iba llenando de gente que, mochila y 'sustento alcohólico' en mano poblaban la zona. La tarde estuvo marcada por grupos como O'Funk'illo, Boikot, Siniestro total u Ojos de brujo. Ya sin el sol en lo alto, y con el área para el público cada vez más llena, llegó el turno de Reincidentes, Bebe, Rosendo, Macaco y Sôber. Esto en los escenarios 1 y 2, ya que en el 3, el público vibró al ritmo del hip-hop con artistas de la talla de Mala Rodríguez, Violadores del verso o Nach. Ya entrada la madrugada, con la gente sin ganas de dormir y sí de seguir de fiesta, el escenario 4 se convirtió en una gran fiesta: y es que llegaba la hora de los tributos, que sirvieron para poner un gran broche de oro al viernes.
El sábado, con los cuerpos notando los días, el sol pegaba fuerte mientras a las cuatro de la tarde (quizá en un horario demasiado prematuro) Canteca de macao hacía bailar al público con sus ritmos. La jornada continuó, con la gente yendo y viniendo. Celtas cortos, Los suaves, La cabra mecánica y S.A. animaron el ambiente de un En Vivo que estaba repleto para que Fito y sus fitipaldis dieran un gran concierto ya bien entrada la noche. Al igual que el resto de los días, el escenario 3 y su hip-hop también ofrecieron un gran espectáculo, como ocurrió con el escenario 4 y los tributos (el sábado le tocó, entre otros, a Extremoduro).
Así, En Vivo supuso tres días de gran música, mejor ambientey muy buenos momentos para todos los que acudieron a un festival que promete dar alegrías todos los años. Todo ello con una organización que facilitó que la fiesta fuese la única protagonista de tres grandes días.