DANA

Las ONG siguen repartiendo alimentos 10 meses después de la DANA: "Vamos a estar aquí hasta que la gente lo necesite"

Las ONG siguen repartiendo alimentos 10 meses después de la DANA ante la demora de las ayudas a la reconstrucción
Muchas familias aún acuden a por comida. IMAGEN: Silvia Gavilán
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ValenciaHan pasado más de 10 meses de la DANA que asoló el sur de Valencia el pasado octubre. La reconstrucción avanza pero muchas familias se han estancado económicamente tras la catástrofe. Ahora, las ONG vuelven a repartir comida para los afectados de pueblos como Paiporta o Catarroja. 300 días después de la riada, cada vez son más los vecinos que tienen que destinar sus recursos a pagar las reformas y el consorcio no cubre todos los gastos, informa en el vídeo Manu Reyes.

En Catarroja aumentan las colas para recibir alimentos de primera necesidad. La asociación 'Estem' solía ayudar a190 familias, ahora asisten a más de 250. Gente como Fernando que no pedía por orgullo pero que se ha visto superado por la necesidad. Detrás está el aumento de gasto por reformas y la cuantía insuficiente del seguro.

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Las ayudas no cubren todo lo que tienen que reformar

Cada vez son más, como la madre de Maricarmen Muñoz. "Una persona mayor que le da vergüenza que la vean", resume su hija. Tiene miedo al qué dirán: "Me dice 'pensarán esta mujer es una aprovechada' pero yo le contesto muchas veces: mamá esto es necesidad", se lamenta esta afectada.

A su madre la ayuda gente como Adriana López, coordinadora de 'Estem'. "Necesitan comida, productos de aseo, limpieza...", afirma. Ella ve de primera mano la situación tan complicada por la que están pasando muchos hogares. "Hemos visto gente que nunca ha querido pedir ninguna ayuda por orgullo o por vergüenza".

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La gran mayoría confiaba en que no les dejarían solos. Una vez más, no estaban del todo en lo cierto. "Están esperando solamente las ayudas del gobierno, del Estado, y resulta que muchas de esas ayudas no han llegado y el consorcio no les ha pagado", asegura López. Ante la incertidumbre, eso sí, ella garantiza que por su parte siempre tendrán un apoyo: "Nosotros vamos a estar aquí hasta que la gente nos necesite".

La necesidad les ha superado y también hay que comer

Parece increíble que 300 días después se sigan necesitando bienes de primera necesidad. Muchos parten del local que la asociación usa como almacén de donaciones en Catarroja. Viajan y acaban ayudando a personas como Manoli, que viene incluso de otras localidades donde esta solidaridad no se materializa lo suficiente. "Es lo que hay. Tenemos que salir poco a poco como podamos y no caer más en el agujero", lamenta.

Son cada día más y por diversos motivos. "Yo perdí el bajo", relata Antonia Segarra. "Soy jubilada. Sin ropa, sin mis cosas, que yo tenía de todo y perdí toda la casa". Ella y otras salen del local cargando aquello que necesitan. Legía en un andador, agua en carros, verduras en cestas...

En la calle, siempre la misma conversación. "Toda la ayuda que vea, buena es", asegura Carlos Martínez, otro colaborador. En cada rincón se respira la satisfacción de ayudar y el dolor de la necesidad.