Los cortes en la línea de alta velocidad hacia Madrid y la inseguridad ante los fuegos son los dos principales motivos
Los vecinos vuelven con lágrimas en sus ojos al ver destrozados por las llamas sus pueblos en Zamora y León
OurenseOtro de los perjudicados por los incendios que han arrasado el oeste peninsular estas semanas es el sector turístico. Muchas reservas para estos días se han cancelado y las nuevas se están viendo reducidas especialmente en Ourense. Allí también sufren pérdidas el sector de la uva y el ganadero, informan en el vídeo Lucía Sánchez, Sara García y Antía Araújo.
Los hoteles de la provincia calculan un 30% de cancelaciones, sobre todo por los cortes en la línea de alta velocidad que comunica Galicia con el resto del país pero también por el propio miedo e inseguridad que han infundido los fuegos a posibles visitantes.
Una temporada alta arruinada que finaliza antes de lo previsto
"Desde la casa donde estábamos alojados veíamos el fuego a metros", afirma a Noticias Cuatro una familia que estaba de turismo rural en un pueblo de Ourense. El miedo ha parado en seco el turismo en Galicia y en la vecina León. "Teníamos el coche preparado con las maletas", asegura otra visitante, que no habría dudado en irse en caso de peligro.
Lo notan mucho en la hostelería. Un camarero señala una terraza vacía en plena Praza Maior ourensana. Afirma que apenas está atendiendo a nadie: "A la gente le está costando salir". Y es que respirar humo no es nada agradable pero, si los restaurantes se consuelan con la clientela local, el sector hotelero es quien más lo está sufriendo. Cuánto más en una Ourense en plena temporada alta. "Sobre el 30% de las reservas están canceladas", se lamenta Beatriz Nóvoa, gerente hotel 'Río Miño'.
Falta de demanda también para los guías turísticos, como Rosa Dorado. "Estos días he perdido el 90% de todos los grupos que tenía, solo queda uno", asevera. "Para mí, la temporada de verano está cerrada". Desde el sector tratan de buscar la parte positiva dentro de la desgracia: "Como ha habido gente que se ha quedado aquí sin poder volver a casa, han tenido que aumentar la estancia", explica Nóvoa.
Todas las Denominaciones de Origen de vino se han visto afectadas
Otro sector muy afectado es el del vino. El fuego ha pillado a las bodegas a escasos días de comenzar la cosecha. Han perdido buena parte de la producción de este año y tampoco podrán replantar ni cosechar de terrenos ardidos durante los siguientes. En algunas bodegas de Quiroga, en la DO Ribeira Sacra, el fuego ha devastado todos los 20.000 kilos de uva que pretendían recolectar este septiembre.
"Está todo quemado, las uvas no sirven", se lamenta Aníbal Blanco, de la bodega Tapias Mariñán, mientras muestra su viñedo en Verín. También él pronostica pérdidas. Calcula que esta cosecha perderán 100.000 kilos de uva, con un valor de 200.000 euros.
En la ganadería preocupa la falta de alimento
José Ramón alimenta sus vacas gracias al reparto solidario de pasto que le llega: "Están en un sitio seguro pero en un sitio en el que no pueden comer". El fuego ha quemado parte de sus prados en A Mezquita. En la zona casi ninguna explotación ha quedado intacta y, aunque la mayoría de animales han salvado la vida, ahora podrían morir de hambre. "Los ganaderos estamos intentando repartir por orden de urgencia", explica, ya que varias entidades se han organizado para llevar comida a las granjas.
Los tres sectores dan empleo a miles de personas en las zonas más afectadas por la ola de incendios. Muchas de las aldeas de montaña vivían del turismo rural. Ahora, tardarán años en volver ver sus bosques lo suficientemente verdes como para que atraigan a algún visitante. Un impacto económico que genera incertidumbre y pérdidas imposibles de recuperar.


