El drama de Itzhik, un hijo liberado y otro secuestrado por Hamás: "Me cortaron por la mitad"
"Hoy estoy mucho más preocupado que antes, yo creo que en muchos lugares descorcharon el champagne antes de tiempo".
Hace dos años el tiempo se congeló para Itzhik: "Es una sensación que no se la deseo ni a mi peor enemigo"
Dos años después, Hamás mantiene secuestrados a 48 israelíes. Sus familiares intensifican las movilizaciones para que el gobierno de Netanyahu priorice su liberación. Laura de Chiclana ha estado con el padre de uno de los rehenes. Itzhik, ha vivido el drama tras los atentados del 7 de octubre en todas sus fases. El dolor de su saber que dos de sus hijos habían sido secuestrados y temiendo por su vida.
La agridulce alegría de haber visto cómo uno de ellos era liberado, pero el dolor permanente de saber que el otro sigue secuestrado. No pierde la fe, pero cree que "son muchos los que han descorchado antes de la cuenta el champagne" por el plan de paz de Netanyahu, que "ha priorizado acabar con Hamás que rescatar a los rehenes".
Itzhik reconoce que se siente en un laberinto después de estos dos años sin respuesta. Ni las negociaciones le hacen hacerse ilusiones, esa vendrá cuando tenga a sus hijos delante. La gente recuerda a las víctimas y exigen un acuerdo para liberar a los rehenes. Quieren que acabe su pesadilla.
Hace dos años el tiempo se congeló para Itzhik. Dos de sus hijos fueron secuestrados por Hamás el 7 de octubre. "Es una sensación que no se la deseo ni a mi peor enemigo", confiesa a Laura de Chiclana. Uno de sus hijos estuvo 500 días secuestrado, pero el otro, Eithan sigue ahí, como dice su padre mirando al cielo, en los túneles. Y de repente si mirada cambia. "Me cortaron por la mitad", reconoce, "un hijo sale y el otro se queda".
"Solo quiero que me devuelvan a mi hermano"
La reacción de Eithan, llorando como un niño junto a su hermano, apuntaba a Hamás. "¿Están locos? Mi hermano se irá y yo me quedaré aquí". Su hermano, liberado el pasado 14 de febrero solo tiene un deseo desde entonces. "Cuando me preguntan qué necesito yo respondo que solo una cosa: que me devuelvan a mi hermano", dice emocionado.
Las nuevas negociaciones hacen moverse a los familiares entre la cautela y la esperanza. "Si no tuviera esperanza, no estaría aquí hablando contigo", dice Itzhik, aún acampado, con fotos de sus hijos a su espalda, pero sorprendentemente suelta una frase del que conoce el paño que trata. "Hoy estoy mucho más preocupado que antes, yo creo que en muchos lugares descorcharon el champagne antes de tiempo".
Hoy estoy mucho más preocupado que antes, yo creo que en muchos lugares descorcharon el champagne antes de tiempo
Culpa al Gobierno israelí de no poder tener a su hijo menor entre sus brazos. "Ni nos vamos a olvidar ni vamos a perdonar. Este Gobierno decidió primero acabar con Hamás y después ocuparse de los rehenes".
Durante estos 732 días de infierno hay que sumar otra agonía para las familias de los rehenes: los vídeos propagandísticos de Hamás. Algunos durísimos como el de Evytar, extremadamente delgado y cavándose su propia tumba. Unas imágenes que conmocionaron a todo el país y que abrieron el debate si debían difundirse.
Ilay, hermano de otro rehén, dice que el mundo debe ver esas imágenes de Evytar. Deben mirar a mi madre a los ojos y a muchas otras madres y comprender que todos deben regresar a casa". "Hoy, lamentablemente, volvemos a dejar muy claro que esta debe ser la máxima prioridad", afirma otro familiar y que los lazos amarillos, el símbolo de los rehenes, pasen a la historia.
Este Gobierno decidió primero acabar con Hamás y después ocuparse de los rehenes
Itzhik guarda un único anhelo, que es el de todas las familias con secuestrados a manos de Hamás. "Mi sueño es que realmente esto se concrete y que salga todo porque es demasiado tiempo". Y como si tuviera que decirlo una vez más, como si con una no bastara lo repite: "Demasiado tiempo".