Una soltera de ‘First Dates’ con problema de audición se deja el audífono en casa: “Tengo una sordera de un 90% en cada oído”

Anabel ha comenzado su cita en ‘First Dates’ disgustada y sin saber si iba a poder mantener una conversación con su cita a ciegas. Sin embargo, ha superado con éxito sus limitaciones y lo que le ha faltado durante la cena ha sido feeling más que audición.

Anabel es una persona con problemas de audición y no sabe ni cómo ni por qué pero se ha dejado uno de sus dos audífonos en casa “tengo una sordera de un 90% en cada oído”. Algo que le podía complicar mucho su cena en el restaurante del amor. Tenía miedo de no escuchar bien lo que su cita le dijera, pero ha superado su limitación con éxito o por lo menos eso ha parecido porque fácil, fácil no ha sido.

Mauricio, es un hombre con un gran corazón al que no le gusta hacer daño a nadie “si lo hago luego me arrepiento”, que se compara con el cuento del Patito Feo y que se ha olvidado de apagar su teléfono móvil antes de comenzar su cita “me están llamando”. Busca a un corazón con el que compartir todo el amor que tiene y al ver a Anabel ha sentido que iba a vivir su propio cuento de hadas.

Anabel ha intentado por todos los medios que su cita funcionara y no ha dudado en pedirle a Mauricio que intentara hablarla un poquito alto porque se había dejado uno de sus audífonos en casa y si le hablaba muy bajito no le iba a entender, pero él no parecía tampoco escucharla muy bien y su conversación ha comenzado a complicarse.

Él estaba impresionado con la belleza de Anabel y no paraba de piropearla sin que ella entendiera lo que la estaba diciendo. De hecho, le ha molestado que él no hiciera todo lo posible para que ella le escuchara con mayor facilidad.

A Anabel se le cierra el audífono de golpe: “Se me cierran los sistemas de golpe”

Su cita no estaba funcionando y en el momento que ella ha escuchado que la gran pasión de Mauricio era el cine infantil ha dado por terminada la cita “Se me cierran los audífonos sin que me los quite, todos mis sistemas se cierran”. Sin embargo, Mauricio estaba feliz, sentía que había encontrado a la mujer perfecta para él “es tan cariñosa como yo”.

“Yo para ser feliz no necesito a Miss Universo ni comer caviar, yo lo que necesito es el corazón”, ha asegurado antes de lanzarse a cogerle la mano a Anabel para sentir su piel por primera vez. Mauricio estaba entregado y no parecía escuchar que su cita le estaba diciendo que ella necesitaba feeling y con él no estaba sintiendo ninguno. Eso sí, ha valorado la caballerosidad de su cita y ha sentido que si se hubieran gustado hubiera sido estupendo.

En el momento de la decisión final, Anabel le ha explicado a Mauricio que no había sentido el feeling que necesitaba y le ha dejado totalmente hundido. Él le había abierto su corazón de par en par y ya solo podía esperar a que ella tomara la última decisión. Una pena porque él ya se había visto viendo una película de Disney juntitos en el sofá.