Pedro al saber que Vanessa busca a un hombre que la llene por todos los lados: “Me apellido Vidal”

Vanessa es una mujer que impone a los hombres “Los chicos no se acercan a mí porque creo que mi físico no es muy habitual y creo que les impongo”, de esas que no puedes olvidar fácilmente, pero Pedro no se ha asustado y ha jugado a seducirla en su continuo intento de “vivir, sentir y ser feliz”. Incluso, cuando han hablado de sexo, se ha venido arriba y le ha confesado que su apellido era “Vidal”.

Vanessa ha entrado en ‘First Dates’ hecha un flan y tras recibir un abrazo tranquilizador de Lidia Torrent, nos ha contado que tiene el 80% de su cuerpo tatuado y no es por moda, es algo que necesita y le hace feliz “Es un estilo de vida, mi piel pintada me gusta cada día más, soy yo”. Unos dibujos que lucen sobre un cuerpo fitness trabajado al detalle. En el terreno amoroso busca a un amigo con el que compartir momento, no está buscando una relación seria “quiero algo más abierto” y es que para ella “el tema del sexo es importante, es un estímulo y es necesario”.

Está acostumbrada a imponer a los hombres, pero a Pedro no le ha dado ningún tipo de miedo. Es un hombre al que le encanta disfrutar y vivir la vida “quiero vivir, quiero sentir y quiero estar siempre feliz”, y al verla ha sentido que le gustaba lo que veía “Súper atractiva, es una chica que entrena, me encantan los cuerpos musculados, un bombón”.

Al saber que Pedro era tatuador, Vanessa se ha llevado una alegría porque le ha prometido hacerle un tatu y además, se ha sentido muy cómoda porque para ella los tatuadores son un poco como las peluqueras “confidentes”. Ha llegado a tener sesiones de tatuaje de siete horas y le ha mostrado a su cita su tatuaje más grande. Algo que a él no le ha gustado demasiado. Pedro es tatuador y le encanta la pintura sobre la piel, pero siente que “va un poquito demasiado tatuada para mi gusto”.

Pedro ha entendido perfectamente que Vanessa imponga a los chicos y ella le ha explicado que más allá de su apariencia es “una gatita que araña”, pero “muy buena gente”. Vanessa tiene dos exmaridos y varios ex, y en este momento de su vida no quiere una relación seria con etiquetas. Busca a un amigo al que no tenga que escribir todos los días, pero que sepa que está ahí “que me llene por todos los lados”. Algo que a Pedro le ha parecido estupendo porque a él le llaman “Pedro Vidal”.

Ha tenido relaciones abiertas y le apasionan los juguetes “tengo tres satisfayer diferentes”, le ha confesado y el tatuador ha sentido que podía encajar en el terreno sexual. Su cita no podía estar funcionando mejor y eso que todavía no habían hablado de baile.

“Mucho arroz, mucho atún, huevo y ser feliz”, es la pócima que Pedro le ha recomendado a Vanessa para estar eternamente joven y que nadie pueda adivinar que tras una apariencia de cuarenta y cuatro se esconde la sabiduría de un hombre de 53.

Ninguno de los dos era lo que habían imaginado encontrar, pero han resultado ser la opción perfecta para pasar un rato divertido y sentir interés en seguir conociéndose. Natalia y Pedro quieren volver a verse, pintar sobre su piel y bailar un poquito de salsa, algo que a los dos les gusta mucho hacer.