Asegurando tener muy poco de chino y alejándose de cualquier estereotipo de hombre tranquilo o triste con carácter oriental, Ping ha venido a ‘First Dates’ tras “dos meses sin echar un kiki” y dispuesto a pasárselo muy bien.
Ping le ha explicado a Lidia que se considera un chino de palo porque ha nacido en España y cuando le hablan en chino no lo entiende muy bien, pero también que a él el jamón le gusta del bueno “tiene esa grasilla que no tiene el jamón barato” y que aunque es programador “No encajo en el perfil de programador porque soy muy majo y divertido”.
El destino ha querido que su cita fuera Claudia, una joven con una gran cultura internacional y gastronómica que quería conocer a un chico oriental. Claudia buscaba la melancolía oriental, pero se ha encontrado con la mezcla perfecta entre un chico chino y uno español. Los jóvenes han disfrutado de una cena muy divertida, han planeado un viaje a China y se han quedado con las ganas de volverse a ver.