Beatriz y Jota habían congeniado a la perfección desde el principio de la cita. Tanta complicidad y cercanía hizo que él le advirtiese de que el apósito que tenía en el labio se le estaba cayendo: “Quítatelo, va a ser mejor”
“He estado a punto de no venir por esto”, le decía ella mientras Jota le quitaba importancia. “Me has hecho sentir muy cómoda porque soy muy coqueta y esto lo llevo fatal”, comentaba ella mientras se levantaba al baño. Con la excusa de disimular el herpes, Beatriz llamó a una amiga para contarle cómo le estaba yendo la cita.