Laura de Chiclana sufre en directo un bombardeo y consuela a un niño con su madre gravemente herida: "No podíamos hacer nada por ellos"

Laura de Chiclana y el equipo de informativos Telecinco enviado a la guerra en Ucrania ha sufrido un bombardeo. Las bombas han caído sobre ellos en Jersón y han presenciado imágenes dantescas y realmente terroríficas.

Laura de Chiclana, testigo de un terrible bombardeo en Jersón

Poco después de sufrir este ataque por parte de los rusos, Laura de Chiclana ha conectado en directo con 'En boca de todos' para contarnos cómo se encuentran: "Estamos bien. Por suerte nosotros hemos podido salir vivos de allí, pero la familia que estaba a nuestro lado no", ha dicho entre lágrimas.

La reportera nos ha contado con más detalles la terrorífica situación que han vivido: "Estábamos grabando y nos han avisado de que los rusos estaban al otro lado del río con francotiradores. De repente han empezado a caer bombas y nos hemos encontrado a un padre, a su hijo y a su madre tendida en el suelo. Ya no podíamos hacer nada por ellos y me he puesto a consolar al niño pequeño, que se me retuerce el alma al escucharle gritar".

La periodista ha relatado lo complicado que es estar en una guerra y tener que informar cuando delante suyo tienen una escena tan dura: "Estamos aquí para informar, pero en estos momentos es complicado".

La conexión más dura de Laura de Chiclana

Hace unos días y después de casi ocho meses cubriendo la guerra de Rusia en Ucrania, Laura de Chiclana, enviada de Mediaset, sufría un ataque de ansiedad en directo al conectar con 'En boca de todos': "No es la primera vez que me sucede esto antes de un directo. Son muchas cosas y las desgracias de las personas las haces tuyas", decía.

Laura de Chiclana, tras su conexión más dura desde la guerra de Ucrania: "Me encuentro muy bien y con muchísima fuerza"

Desde Jersón, la periodista nos informaba este lunes de que su población ha recuperado el supermercado y el servicio de misa dominical: "La situación sigue siendo muy delicada en la ciudad, pero empieza a haber comida en los supermercados". "La compra no está racionalizada, pero no tienen suficiente dinero como para comprar todo lo que desean", ha explicado.