Silvia, una víctima de violencia de género que reclama un perro de protección: "Pido no morir"

  • Su expareja sale de prisión y ella teme morir

  • Tras 20 años de palizas y 10 en la cárcel por maltrato, le aterroriza que vuelva a hacerle daño

  • El animal no es considerado por la ley como perro de asistencia

La violencia de género sigue, a pesar de la pandemia, cobrándose victimas. La expareja de Silvia sale mañana otra vez de la cárcel, fue condenado primero a nueve años, salió libre, con pulseras telemáticas pero que rompía una y otra vez. Reanudó el acoso y regreso a prisión. Mañana estará de nuevo en libertad. Silvia pide un perro de protección que pueda acompañarla como perro guía a todas partes. Por su parte, el gobierno de Navarra se lo deniega.

Silvia se ha quedado sin tiempo. Su expareja sale mañana de prisión y ella teme morir porque, tras 20 años de palizas y 10 en la cárcel por maltrato y amenazas constantes, le aterroriza que vuelva a hacerle daño a ella o a sus hijos. Llevar un perro de protección es lo único que le aleja del fantasma de su maltratador. Por eso, tras morir su antigua perra, ahora adiestra a Can. El animal no es considerado por la ley como perro de asistencia, por lo que no puede llevarle como si fuera un perro guía.

El gobierno de Navarra rechazó su petición por la posible respuesta agresiva del animal. Así que reclama ayuda al Ministerio de Igualdad. En España, solo Madrid, Murcia y Aragón reconocen a estos perros como asistentes. Silvia pide lo mismo: "Pido no morir". Ella quiere que le dejen llevar la única protección en la que de verdad confía para seguir viva.