Carlos III comienza su reinado con una gira por los cuatro países que integran Reino Unido

El féretro de Isabel II llegará el martes al Palacio de Buckingham, la residencia oficial de la familia real en Londres. Es un día más lugar de peregrinaje para miles de británicos y turistas. Mientras tanto, Carlos III sigue dando sus primeros pasos como nuevo rey y este domingo va a dar una recepción a los representantes de los países que integran la Commonwealth y el lunes inicia una gira con la primera ministra Liss Truss por los cuatro países que integran el Reino Unido.

Cuando toda la pompa y circunstancia acaben, Carlos III habrá de enfrentarse a una Corona que, en primer lugar, añade el peso del legado de su madre tras siete décadas de reinado distinguible. “Soy profundamente consciente de esta gran herencia y de los deberes y las pesadas responsabilidades de la soberanía que ahora me han pasado”, dijo el sábado ya en su discurso de proclamación oficial. Pesadas responsabilidades derivadas tanto de la situación económica y política de Reino Unido, como de los líos familiares.

El rey del brexit

Carlos III será, sin duda, el rey del brexit, decisión que ha tensionado las cuestiones territoriales con Escocia e Irlanda del Norte. De hecho, mañana inicia una gira junto a la primera ministra Liss Truss por los cuatro países que integran el Reino Unido.

Inclinaciones separatistas que el nuevo monarca deberá afrontar también dentro de la Commonwealth, una caduca institución de la que es líder y en la que varios de sus miembros llevan tiempo amagando con romper lazos y afrontar el futuro lejos del abrazo monárquico. Hoy mismo tiene en su agenda reunirse en Buckingham con el secretario general de la Mancomunidad de Naciones.

Pero dentro de su casa el panorama no es más tranquilizador. Scotland Yard investiga la financiación de las organizaciones benéficas que representaba como Príncipe de Gales.

Otro quebradero de cabeza: su hijo Harry, el díscolo, y las memorias de él y su mujer, Meghan Markle, que verán la luz este otoño con revelaciones que prometen ser poco agradables para el resto de la Familia Real. La imagen ayer de los dos hermanos juntos con sus respectivas parejas en Windsor no oculta la brecha abierta, con exilio americano de por medio.

Su amada esposa, Camilla, es y será su gran apoyo, aunque el matrimonio no goce de una gran aceptación popular. Los esfuerzos por hacerle pasar por alguien afable y cercano al pueblo se vieron ayer arruinados con este gesto displicente hacia uno de sus súbditos durante la ceremonia de proclamación.

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