El pasado domingo, un joven de 10 años denunció una terrible agresión homófoba sucedida en plena tarde en un barrio céntrico de la Comunidad de Madrid. Según su propia versión, ocho encapuchados le habían metido en su propio portal y le habían grabado la palabra "maricón" en uno de sus glúteos con un cuchillo.
El periodista y colaborador Alfonso Egea ha intervenido en el programa para dar una última información que ha dado un giro radical a este caso:
"La policía ha informado de que el joven denunciante ha confesado, ante la ola de solidaridad y la presión social que ésta ha supuesto, ha reconocido que se lo inventó todo. Las heridas estaban ahí y son reales, pero ha confesado que se las hicieron de forma voluntaria en presencia, al menos, de otras dos personas", ha dicho el colaborador.
Por lo tanto, nunca habrían existido los ocho encapuchados y el presentador de programa, que denunció públicamente esta agresión, al igual que hicieron otros compañeros como Nagore Robles, Jorge Javier Vázquez o Toñi Moreno, se ha sentido estafado. "Yo, como periodista, me he sentido como un gilipollas", ha dicho.