¿Un consolador rural o un caza topos? ¡Jesús Calleja alucina!

  • El presentador visita la tienda del pueblo y sale con las manos llenas

  • Jesús Calleja lleva a Julia en helicóptero hasta el viejo palomar de su padre: "Esto es maravilloso"

Jesús Calleja ha regresado a su tierra Castilla y León, para seguir con su sueño de repoblar las zonas rurales de nuestro país. En esta ocasión, quiere ayudar a Alejandra, una joven directora de arte de Madrid y a su pareja, a montar un rancho biopasivo que ofrezca una experiencia biológica e inmersiva a sus visitantes. Pero antes de ponerse manos a la obra, el presentador ha querido conocer a los habitantes de la zona.

Julia tiene muchas profesiones, pero saber que regentaba la tienda del pueblo ha llamado la atención de Calleja y allí que se han ido. El presentador ha flipado al ver la cantidad de objetos y productos que había en la tienda “Es la típica tienda de pueblo, donde hay de todo”. Y aunque no tenían lo que él ha pedido “Quiero una bata de las de antes, sácame una bata”, ha flipado al encontrarse con un objeto con forma fálica que le ha despistado por completo.

Jesús Calleja ha tenido la sensación de que estaba frente a un consolador metálico y a Julia y a su hermana les ha entrado la risa porque no lo era. Se trataba de un caza topos o trampa para ratones. Además, Julia le ha explicado que una de las artes tradicionales de Fermoselle es el arte de jabón y que cada familia le pone su apellido, ellas son las del Jabón Sosita y su novio el de Coito. Los motes son muy de la zona.

Esta simpática vecina de la zona del parque natural de Arribes del Duero entre Salamanca y Portugal, nunca había montado en avión y Jesús Calleja ha querido subirla en su helicóptero. Julia estaba flipando con la belleza de Fermoselle pero sobre todo lo ha hecho, cuando el presentador ha aterrizado el helicóptero junto al viejo palomar de su padre. En la zona eran muy comunes los palomares, se comían pichones en primavera y en otoño, y las palomas mensajeras hacía Portugal, pero esa costumbre se perdió y ahora está todo abandonado. Desde el cielo Julia y Jesús también han podido disfrutar de la grandeza del río Duero y de la paz que trasmite la Presa Almendra, el Mar de Castilla como la llaman.