¡El recibimiento a Jesús Calleja no ha podido ser mejor! Algunas vecinas de Villaedeciervos han enloquecido con Jesús, una en concreto le ha dado un achuchón que casi le deja sin respiración: “Yo abrazo bien, casi le hundo hasta las costillas”. Y otra le ha dedicado halagos de este calibre: “Está buenorro, tiene unos ojos y un cuerpo para comérselo”.