La última contrabandista que queda viva: Antonia nos emociona con una vida llena de esfuerzos y superación
Antonia nos relata una vida de grandes sacrificios ya que comenzó con el contrabando de materiales con tan solo 7 años
"No pude ir a la escuela, no sé ni escribir mi nombre", aseguraba Antonia con lágrimas en los ojos
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La vida de esta mujer ha sido muy dura y llena de sacrificios. Con tan solo 4 días de vida perdió a su madre y desde los 7 años empezó con el contrabando de materiales entre España y Portugal para poder comer. Esto que hacía Antonia, se basaba en intercambiar mercancías con Portugal, traerlas a España y sacar algo de dinero. Era ilegal en esa época ya que estaba prohibido, pero era la única manera de buscarse la vida.
En los recorridos para intercambiar mercancías, Antonia aseguraba que incluso realizaba estos recorridos entre 2 y 3 veces al día, que muchas veces llovía, se perdía o incluso había zonas con agua y tenía que cambiar la ruta. Además, por estar así y empezar con el intercambio de mercancías desde los 7 años, esta vecina de Cañaveral aseguraba: "Yo no he podido ir a la escuela, no sé ni escribir mi nombre, solo podía trabajar".
Esta veterana mujer decía claramente a Jesús que ha pasado mucho pero hay que ser valiente y que es feliz. Antonia es feliz, con la paguita que tiene y con el cariño de sus 7 nietos y 6 bisnietos le basta y le sobra: "Me quieren con locura y me dan todo el cariño que me ha faltado en la vida". Tampoco se olvida de sus hijas y entre risas decía: "Tengo 3 hijas como 3 flores, feas, pero muy buenas".
Alpargatas por 1 kilo de café y otras mercancías eran las principales mercancías que intercambiaba Antonia, era como un trueque. Luego en España, Antonia vendía el café por los pueblos para poder conseguir algo de dinero, siempre intentando que no la vieran los guardias. Esto no siempre lo lograba, ya que alguna que otra vez estuvo detenida por este motivo.