Luigi’s Mansion 3: Nintendo vuelve a alegrarnos la vida

  • Vuelve la saga caza fantasmas protagonizada por el hermano de Marioy nos vuelve a enamorar. Switch ya tiene otro juego imprescindible dentro de su catálogo. Otro must have con pura magia Nintendo.

Sin ser una saga de juegos tan popular y laureada como las protagonizadas por Mario, Luigi’s Mansion se está ganando a pulso llegar al Olimpo que ocupan algunas de aquellas. Sus dos anteriores entregas no defraudaron y esta que llega a Nintendo Switch se convierte en la consagración definitiva. Primero porque la aventura fantasmagórica protagonizada por Luigi, en esta tercera entrega, crece y ofrece una aventura de puzles y exploración con todo el sabor de las obras maestras de Nintendo y, segundo, porque el catálogo, todavía joven, de Nintendo Switch encumbra a este título como uno de sus Top 5 imprescindibles (probablemente entre Zelda Breath of the Wild, Super Mario Oddyssey, Mario Kart 8 y Super Smash Bros. Ultimate)

Así que, seamos justos, y empecemos bien esta crítica: Luigi’s Mansion 3 es una obra maestra, uno de los mejores juegos lanzados en 2019. Y tal vez no protagonice los grandes debates de los mejores lanzamientos de este año, más centrados en Death Stranding, Red Dead Redemption y demás pero, en serio, estamos antes uno de los mejores títulos de Nintendo de los últimos años.

Pero vayamos al principio, ¿qué ofrece Luigi’s Mansion 3? Pues la respuesta es mucha diversión, unas mecánicas de juego alucinantes y niveles y niveles de diversión. Todo en la aventura espeluznante que vuelve a enfrentar a Luigi a los fantasmas y a su terrible miedo a la oscuridad. El larguirucho de los hermanos Mario viaja con el resto de la troupe a un majestuoso hotel, invitados por una misteriosa dama que les ofrece a todos (a Mario, Peach, tres Toads y el simpático Ectochucho que acompaña a Luigi desde la segunda entrega) pasar una estancia con todos los gastos pagados.

Pero hay ‘fantasma encerrado’ y ya en la primera noche se destapa el pastel. La dueña del hotel, Vilma Do Tul, es en realidad un espectro chungo y fanático del Rey Boo y ha organizado todo para regalarle al fantasma las cabezas de Luigi y sus amigos, encerrando a todos en distintos cuadros para que adornen su sala de estar. Y casi lo consigue, porque logra encerrarlos a todos, menos a Luigi, que se despierta en mitad de la noche y descubre qué está pasando.

Ya en este primer nivel inicial nos hacemos a la idea de algunos detalles que hacen a Luigi’s Mansion 3 un juego tan especial. Al visitar todas y cada una de las habitaciones de nuestros compañeros desaparecidos descubriremos cientos de detalles, todo guiños para los fans (no doy detalles para no fastidiaros la sorpresa). Tras la secuencia con el Rey Boo, Luigi tendrá que comenzar la aventura y enfrentarse al os fantasmas para conseguir liberar a sus amigos. Pero no estará solo, ya que contará con la ayuda de Ectochucho y del Profesor Fessor (que será al primero que sacaremos de su cuadro). El profesor nos dará todos los gadgets y mejoras posibles para avanzar en nuestro objetivo.

El laboratorio del profesor quedará instalado en el párking del hotel, la primera planta que liberaremos de fantasmas y desde allí, y gracias a unas avanzadas Virtual Boy, estaremos en contacto con él para recibir instrucciones (el cacharro sustituye a la Game Boy a la Nintendo DS de las entregas anteriores). A partir de aquí, tendremos libertad de movimientos por el hotel para explorarlo a placer, aunque tendremos que ir consiguiendo recuperar los botones del ascensor (en manos de múltiples fantasmas) para poder ir desbloqueando las diferentes plantas.

Por supuesto, nuestra principal arma para enfrentarnos a los fantasmas es nuestra mezcla de aspiradora y linterna, que tiene más usos que una navaja suiza. Los combates con los fantasmas que ya conocemos de entregas anteriores se multiplican y complican aquí de manera exponencial. A medida que vamos avanzando, necesitaremos que el aspirador tenga nuevas funciones, y tendremos que aprender a combinarlas de maneras muy locas y originales para salir airosos. Es sorprendente la cantidad de mecánicas que los diseñadores del juego han sido capaces de imaginar, poner en marcha y combinar para hacer que cada combate sea distinto al anterior y todos ellos un reto genial.

El juego avanza de manera progresiva y va ganando enteros en su jugabilidad. Los nuevos puzles, las nuevas mecánicas, los nuevos combates y los nuevos descubrimientos hacen que no puedas parar de jugar. Y luego están los jefes finales, variados ad infinitum. Cada combate es completamente nuevo, cada manera de derrotar a un jefe final es nueva y original. Es increíble. Y los niveles van añadiendo nuevas mecánicas, nuevas normas, nuevas reglas, muchas de ellas combinando la física de maneras muy locas. De verdad que el diseño de niveles no podría ser mejor. Y no vamos a seguir dando detalles porque no queremos hacer spoilers, pero solo decimos que el hotel irá ‘creciendo’ de forma muy loca.

Cada vez que eliminamos a un jefe final obtendremos un nuevo botón del ascensor, podremos desbloquear otro nivel y dirigirnos a él. Y tenemos que decir que el momento en el que se abren las puertas del ascensor y entramos en lo desconocido de esta nueva planta es de las mejores sensaciones del juego. Cada nivel tiene su ambientación, su decoración increíble y su temática, todo con un preciosismo gráfico alucinante. Y, por supuesto, cada nivel tiene su propia partitura. Una parte de una banda sonora increíble.

Pero es que, además del fabuloso modo historia, el Profesor Fessor nos dará acceso a otros modos desde el laboratorio en el sótano el hotel, casi desde los primeros compases del juego. Uno de ellos es un modo online cooperativo, donde un jugador encarna a Luigi y otro a GomiLuigi (ese clon de Luigi hecho de una pasta verde con el que resolvemos muchos puzles en el modo solitario). También hay un modo de minijuegos que podemos jugar solo o con ayuda de un compañero.

En definitiva, Luigi’s Mansion 3 puede estar protagonizado por un simpático secundario del universo Nintendo, pero es tan bueno, que merece estar en el podio de los mejores títulos del año. Es divertido, es original, funciona a la perfección y te sacará una sonrisa al cruzar cada puerta, al descubrir cada fantasma. ¡Nintendo, así sí!