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Decarnation es un juego muy peculiar, una interesante propuesta del estudio independiente Atelier QDB, formado tan solo por 7 personas. Es un juego peculiar, pero que llama la atención desde el principio por el fabuloso y colorido aspecto pixel art de sus gráficos. Pero que los bonitos y coloridos pixels no te distraigan porque debajo se esconde una historia de terror psicológico que logra crear una atmósfera y ambientación realmente sofocantes.
Su aspecto visual y su inquietante tráiler me ganaron completamente y me lancé a experimentar su historia. Y, básicamente es eso, una historia, ya que hablamos de una aventura narrativa. Es cierto que está salpicada de momentos ‘jugables’, con distintas mecánicas que nos harán creer en todo momento que estamos interactuando de alguna manera con el mando y sus botones, pero no son más que distracciones para llevarnos a través de la compleja historia que mezcla pesadillas y realidad de una forma brillante (a nivel narrativo al menos).
El juego nos pone en la piel de Gloria, una bailarina de cabaret que se gana la vida en un teatro del París de los años 90. Su carrera no está pasando por su mejor momento, pero tampoco lo está haciendo su vida personal. Enseguida empatizamos con todos los problemas que se le vienen encima y, justo en ese momento, aparece lo que parece la oportunidad de su vida en la propuesta de un mecenas que quiere impulsar su carrera. Pero las cosa se tuerce, claro, y Gloria acaba secuestrada por un misterioso ‘admirador’.
En el juego acompañaremos a Gloria en su cautiverio, pero también dentro de su cabeza traumatizada, dentro de sus pesadillas y viviendo las batallas contra sus demonios interiores. Todo con un toque terrorífico y angustioso que no nos dará tregua. Las escenas ‘reales’ y las oníricas se mezclarán y tendremos que ir resolviéndolas mientras asistimos a una compleja trama cargada de traumas, miedos y pesadillas sacadas de la tradición de las películas de terror.
Ya hemos dicho que Decarnation es básicamente una aventura narrativa, pero es cierto que el juego nos va presentando mecánicas que iremos intercalando con el pasar de la historia. Pequeños y sencillos puzles, acertijos, momentos de exploración para encontrar algún objeto concreto y una serie de mecánicas (hasta 15 diferentes) que irán obligándonos a interactuar con el entrono o los personajes para resolver algún pequeño giro u obstáculo. Hay momentos en los que tendremos que pulsar botones en momentos determinados o siguiendo el ritmo (como en los juegos musicales), otros en los que acertar preguntas sobre la trama como un trivial para resolver algún puzle o hacer que Gloria grite (pulsando un botón) para hacer desaparecer a los monstruos que la acosan. Son muchas mecánicas distintas, pero la mayoría de ellas sólo se usan una vez y de manera casi testimonial.
Al final, podemos decir que esas pequeñas mecánicas que salpican la historia son una excusa para recordarnos que estamos frente a un videojuego, pero la mayoría de ellas no merecen mucho la pena y hasta llegan a estorbar un poco, rompiendo la continuidad de la historia. Si apuestas por una aventura narrativa, no hace falta incluir estas pequeñas pruebas interactivas si no aportan nada a la narración o a la experiencia de juego.
Aún así, tampoco me han molestado demasiado, porque todas ellas son extremadamente sencillas y las resuelves en pocos segundos. Así puedes dedicarte a lo importante, responder los interrogantes de la historia: ¿qué le ocurre a Gloria?, ¿por qué se ve trasportada constantemente a ese mundo de pesadillas cargado de monstruos? y ¿cómo va a escapar de su cautiverio y pedir ayuda? Y aquí Decarnation no faya. Es una historia profunda, compleja y apasionante y contada de una manera espeluznante, con momentos verdaderamente terroríficos. Es increíble como con la ambientación adecuada (y la increíble banda sonora) un puñado de pixels pueden dar tanto miedo.
Y hablando de su banda sonora, Decarnation oculta un verdadero regalo para los entusiastas del terror con 10 pistas originales del legendario compositor japonés Akira Yamaoka, conocido por su trabajo en la serie Silent Hill.
Decarnation tiene una fantástica historia, muy bien escrita y presentada en un envoltorio escalofriante y perturbador. Trata temas muy duros como el abuso sexual, los traumas y la enfermedad mental, pero lo hace de una forma muy original y vestida de película de terror. Cuenta con unos bellísimos y perturbadores escenarios genialmente diseñados y una estética pixel art notable, acompañada de una banda sonora sublime. Es cierto que más que un juego es una obra audiovisual muy bien contada, pero si te gusta la trama y su estética, puede sorprenderte.