Análisis de Steelrising: un soulslike con mucho tornillo

  • Steelrising es un interesante RPG con toques de soulslike ambientado en una revolución francesa cyberpunk

  • El juego viene de la mano de Spiders, los creadores de la saga Greedfall

La revolución francesa es una época temporal convulsa, llena de matices y rebosante de personajes carismáticos. Por eso precisamente se trata de una ambientación habitual en todo tipo de producciones audiovisuales de todo tipo. Sin embargo, bien es cierto que en videojuegos no existen tantos ejemplos que nos lleven a aquellos tiempos, permitiéndonos vivir la época de Maria Antonieta y compañía como pocas veces antes. Quizás el ejemplo más prominente sea el ya lejano Assassin’s Creed Unity, que data de 2014.

Por eso este Steelrising es más que bien recibido, y no solo porque supongo revisitar una ambientación más que interesante, sino porque además la reinventa añadiendo matices steampunk con automátas, maquinaria de todo tipo y mucho más… Sin dejar de ser fiel a sus orígenes históricos, hasta cierto punto, claro está. La obra de Spiders clava la ambientación, las pelucas, el París y sus alrededores de finales del S. XVIII… Y le da un giro con montones de robots que, si bien, adolecen de una terrible falta de carisma, sí que dan un toque único a Steelrising. 

Una de historia alternativa

El punto de partida es sencillo, el Rey Luis XVI está a punto de sufrir una revolución, pero decide armarse hasta los dientes con un ejército de autómatas autónomos que masacran todo viso de alzamiento. Con estas, nosotros somos Aegis. Se trata de una autómata (porque los roboces también pueden tener género), pero dotada de voz y conciencia, lo que la hace única en su especie. Junto a este personaje iremos conociendo a muchos de los actores principales de esta época, mientras nos abrimos paso entre docenas y docenas de autómatas al más puro estilo soulslike.

Porque sí, Steelrising es uno mas de los juegos que se apuntan a la moda de los juegos tipo souls, y lo cierto es que sigue su fórmula a pies juntillas, con pequeños cambios para hacerlo suyo. Ahí viene la primera pega, y es que en tiempos de Elden Ring, volver a las estrecheces de un Souls clásico, más pasillesco y limitado, se siente un poco ‘viejo’. No es que el juego no funcione por ello, ni mucho menos, pero sí que se notan ciertas costuras y estrecheces que limitan la jugabilidad.

Para que nos entendamos, Steelrising es un juego de esos difíciles, pero satisfactorios. Sin embargo no es tan difícil como un souls, ni su propuesta jugable tan profunda como los títulos de esta serie. El mejor ejemplo lo vemos en las armas y builds disponibles, mucho más limitadas y menos diferenciadas que en los juegos de FromSoftware. Su sistema de combate, por otro lado, funciona bastante bien, incluyendo algún retoque a la propuesta original, como es el caso del tiempo de enfriamiento y los distintos tipos de daños elementales. Sin embargo, a pesar de que estemos poniendo pegas, la verdad es que Steelrising resulta muy disfrutable y divertido. Aegis se controla bastante bien, aunque salte un poco raro, el combate es divertido y la exploración está a la altura de las circunstancias, aunque no sorprenda casi en ningún momento.

El toque metroidvania

Y ya que hablamos de exploración, vamos a profundizar un poco sobre el tema. Steelrising presenta una serie de escenarios que podríamos considerar lineales. El avance en la historia se realiza ‘tirando palante’ y matando a todo bicho que encontremos, con pequeños desvíos aquí y allá para encontrar objetos que nos ayuden a hacer progresar a Aegis. Ahora bien, existe cierto componente metroidvania, ya que al acabar con los grandes enemigos iremos ganando habilidades únicas que nos permitirán entrar en zonas inexploradas de viejos escenarios, añadiendo un elemento de backtracking a la ecuación que añade algo de longevidad a la aventura. Por otra parte también esta el detalle de que podremos viajar entre localizaciones con cierta libertad, y que en varios momentos se nos permitirá elegir cuál es la siguiente misión y localización que queremos visitar. En este sentido Steelrising dota de mayor libertad al jugador, permitiéndonos ir de acá para allá si acabamos atascados.

Hay que tener en cuenta que, eso sí, estos son detalles menores dentro de la propuesta de Spiders, ya que la sensación general es la de estar antes un soulslike más. La ambientación, el backtracking, los escenarios independientes… son la yuxtaposición perfecta a la conformidad con los patrones de los juegos de From Software. Nos referimos a un esquema de botones similar, la presencia de “hogueras”, la evolución del personaje principal, todo lo relacionado con la muerte del personaje y la pérdida de las almas que tengamos acumuladas… Esto no es malo, pero sí que le resta potencial a la propuesta y la hace mucho más mundana, sobre todo si tenemos en cuenta que los patrones que replica son los de los souls de hace un lustro, y no los juegos más modernos.

Técnicamente aceptable

Steelrising cumple sin estridencias en todos los términos técnicos y sonoros. Los modelados son aceptables, aunque faltos de carisma; los escenarios amplios, aunque demasiado oscuros en ocasiones; las animaciones correctas, con algún que otro ‘pero’; los efectos sonoros y la música no deleitan, pero sirven a su propósito… En resumidas cuentas, se nota a la legua que estamos ante un juego de presupuesto medio, y que no llega para deleitarnos, sino para cumplir con lo que propone.

Esta máxima la sigue a pies juntillas, aunque falla en la ejecución por no estar todo lo bien optimizado que nos gustaría. En máquinas potentes la estabilidad queda fuera de toda duda, pero según bajamos prestaciones, el motor empieza a rechinar. Lo vemos en fallos en la tasa de imágenes, pero también con ciertos bugs aquí y allá que, si bien, no impiden que disfrutemos de la propuesta, sí que resulta incómodos. Hay enemigos que tras morir se quedan de pie, escenarios que podemos atravesar sin querer, clipping aquí y allá. Nada extraordinario, pero sí que aleja a Steelrising de estar perfectamente pulido.

En definitiva...

Hay dos requisitos que debes cumplir para ser del público ‘tipo’ que disfrutará de Steelrising: disfrutar de la ambientación en la época de la Revolución Francesa, y que te guste los Soulslike. Si has hecho check en las dos casillas, tírate de cabeza a esta propuesta de Spiders y Focus, porque se trata de un título poco ambicioso, pero muy disfrutable. Incluso si solo has hecho check en una de las casillas podrías darle una oportunidad, porque se trata de un juego en el que el núcleo jugable funciona muy bien, y además ofrece una visión de la época en que se ambienta única. Sin embargo, si no estás entre ese público, lo más seguro es que acabes echande de menos algo más de ambición por parte del equipo de desarrollo a la hora de implementar mecánicas, pulir gráficos o enriquecer la experiencia.

*Hemos realizado este análisis con un código de Steelrising para Xbox Series facilitado por Nacon. Puedes visitar la web oficial del juego aquí.

Temas