Análisis Paper Mario: The Origami King; toda una joya para Nintendo Switch

  • Analizamos la nueva entrega de la saga Paper Mario: The Origami King, ya disponible en Nintendo Switch

  • Una ingeniosa y sorprendente aventura, imprescindible para todo amante del género y del mítico fontanero

Ya podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el regreso de la saga Paper Mario con The Origami King es una de las sorpresas de este año 2020. El entrañable fontanero italiano regresa para brindarnos una nueva gran aventura que derrocha creatividad por cada uno de sus pliegues, además de presentar un apartado gráfico y artístico maravilloso y una localización al español cuidada al milímetro y con una buena dosis de humor en cada bocadillo de diálogo. A continuación os lo explicamos todo al detalle, como parte de nuestro análisis del título de Intelligent Systems. Mario está de vuelta y preparado para cumplir sus 35 años por todo lo alto.

Papel VS Origami

La trama argumental con la que arranca este título es similar a la de otras aventuras del fontanero. Tanto Mario como Luigi acuden al castillo del Reino Champiñón para reunirse con la princesa Peach. Aun así, al llegar a la ciudad pueden comprobar que algo no marcha como debería, ya que las calles están desiertas y no hay rastro de los Toads y el resto de habitantes. Una vez que llegan hasta el castillo pueden descubrir que un malvado ser de origami llamado Olly se atribuye el título de rey y pretende casarse con Peach a quién, como no podía ser de otra forma, ha secuestrado.

En contrapunto a este nuevo villano tenemos a su hermana Olivia, quién nos acompañará en nuestro periplo a través de los distintos mundos del Reino para poder salvarlo de los planes del Rey Origami, quién pretende plegar todos los papeles lisos del lugar para convertirlos en formas de papiroflexia. Además, a lo largo de la aventura conoceremos a otros personajes que se unirán a Mario y Olivia como un carismático Bomb omb, cuyos comentarios sarcásticos y habilidades explosivas nos sacarán más de una sonrisa.

A pesar de que la historia del título no sea demasiado compleja, es algo que acabamos obviando debido a la originalidad que encontramos en cada conversación y lo interesante que resulta el explorar cada rincón del juego al detalle. Es una sorpresa constante, por lo que linealidad no es un concepto que se aplique a este nuevo Paper Mario más allá de por nuestro objetivo final, ya que sabemos que tenemos que eliminar las 5 serpentinas de colores que rodean el castillo de Peach para liberarlo.

Explorando apasionantes mundos de papel

Para ello, tendremos que viajar a través de diversas áreas de un gran Reino interconectado con ambientaciones muy diferentes y características con tal de encontrar el origen de cada una de las serpentinas para eliminarlas. A nuestro parecer, esta es una de las mejores partes del título, ya que resulta toda una delicia el poder descubrir qué se esconde detrás de cada pliegue y, paso a paso, quedar sorprendidos por una serie de ingeniosas propuestas con infinidad de referencias a otros títulos de la saga de Mario Bros.

En cada uno de ellos encontramos distintos minijuegos únicos como lanzar shuriken a objetivos móviles, pescar, practicar nuestros movimientos en batalla y mucho más. Paper Mario: The Origami King es una sorpresa constante y agradecemos el nuevo planteamiento de mundo abierto interconectado, gracias al cual se elimina la barrera de tener que seleccionar manualmente el nivel al que queremos ir y en su lugar disponemos de tuberías de viaje rápido, vehículos y otros métodos para movernos por el ancho y largo Reino.

Uno de los incentivos que encontramos para detenernos en cada escenario y tener ganas de regresar a ellos más adelantes es el hecho de obtener el 100% en cada “mundo”. Este porcentaje se mide tanto por rellenar todos los agujeros con confeti (que a su vez obtenemos de elementos naturales como flores, árboles o al acabar con enemigos, por ejemplo) como por encontrar figuras para exponer en un museo y otros secretos con un componente coleccionable.

Además, tenemos a decenas de Toads, a quienes debemos encontrar y salvar. En un inicio su elevado número puede parecernos un tanto abrumador, pero a medida que progresemos en la aventura nos resultará adictivo el hacernos con ellos, ya que los podemos hallar en forma de origami (bichos, monos, flores y más), escondidos en el interior de muebles, en los árboles, amenazados por enemigos de origami…es decir, que prácticamente podemos encontrar un Toad cada dos pasos y al poco que aprendamos a diferenciar sus característicos topos en las diversas superficies, nuestra colección aumentará y nos podrán asistir en batalla, además de abrir negocios, repoblar el reino champiñón y darle vida de nuevo.

Un combate táctico y con rompecabezas

Pero no todo en The Origami King es disfrutar de agradables paseos, minijuegos y recolección de Toads, sino que Mario se debe ajustar el bigote para enfrentarse a múltiples seres de origami en un nuevo y original sistema de batalla por turnos con componentes de puzle. Nos explicamos: Mario se sitúa en el centro de una circunferencia y los enemigos en 4 anillos que lo rodean. Para acabar con ellos, debemos girar y mover estos anillos con el objetivo de que nuestros adversarios queden alineados en filas o bien en cuadrículas de 2x2.

Disponemos de unos pocos segundos y límite de movimientos para lograrlo, por lo que nuestra mente deberá funcionar de forma ágil si queremos lograrlo a tiempo. Si nos vemos en apuros siempre podemos lanzar unas cuantas monedas al aire para que los Toads que hemos rescatado hasta el momento (quienes observan la acción desde las gradas) puedan recogerlas y ayudarnos al mover algunos círculos, lanzar pequeños ataques a los enemigos e incluso curarnos si nuestra barra de vida nos está poniendo en peligro. También disponemos de algunos accesorios que podemos equiparnos incrementar nuestra salud o defensa máxima, entre otras cosas. A pesar de que sean escasos, nos servirán para afrontar las batallas más duras del título.

Hay un componente táctico en cada batalla, puesto que nos tendremos que adaptar a cada tipo de contrincante y a sus características. Por ejemplo, si se trata de una tortuga con caparazón de pinchos tendremos que golpearle con el martillo o bien saltar encima de ella con las botas de hierro, ya que si llevamos las normales nos pincharemos. Al poco de llevar unos cuantos combates en las espaldas nos haremos enseguida con el sistema y lo dominaremos.

Aun así, creemos que a la larga se siente un tanto repetitivo y no nos produce una gran satisfacción el encadenar combate tras combate, ya que la única recompensa que recibiremos a cambio es confeti y monedas. Por muy bien que vengan, no hubiera estado de más incluir algún tipo de sistema de mejora de personaje y por ello que la obra de Intelligent Systems se hubiera acercado un poco más al RPG, una etiqueta que llevan los Paper Mario pero a menudo queda un tanto diluida.

Jefes finales originales y para el recuerdo

El tipo de batallas a las que no les podemos poner ni un solo “pero” y que por ello nos han parecido toda una delicia son las de los jefes finales. Tenemos de dos tipos, unas contra unos imponentes seres llamados papermental (cuyos poderes podremos adquirir después de derrotarlos) y otras contra los “materiales de oficina” que protegen las serpentinas. Entre estos últimos, para que os hagáis una idea, encontramos ejemplos como un muñeco hecho de gomas elásticas que lanza para apresarnos o una caja de lápices de colores que usa a modo de misiles. Tan solo con su concepto y diseño ya son originales y únicos, algo que se ve reforzado al dar un giro a las batallas y presentarnos algo distinto.

En este caso, Mario se encuentra en el círculo exterior y debe avanzar hasta el centro, dónde está el boss en cuestión. Para moverse, debemos alinear una serie de flechas de dirección y pisar casillas de ataque con tal de poder atestar golpes con nuestro martillo o bien saltarle encima (en función de su nuestro adversario es volador o terrestre, por ejemplo). También disponemos de cofres con monedas, cartas que nos ofrecen consejos de batalla, corazones para curarnos y casillas en las que podemos activar los brazos móviles de Mario o las transformaciones especiales de Olivia para atestar poderosos y devastadores golpes.

En general, podemos afirmar que cada batalla es única y debemos adaptarnos a las características y tipos de ataque de cada jefe para bloquearlos y esquivarlos a tiempo. Debemos admitir que hemos muerto más de una vez hasta poder entender las mecánicas de ataque necesarias para vencer al contrincante, por lo que es necesario estar atentos y reaccionar a tiempo, algo que refuerza el componente estratégico y por turnos del título.

Unos apartados gráfico, técnico y sonoro más que notables

Tal y como podéis comprobar en las imágenes que acompañan a esta pieza, el apartado gráfico y artístico de Paper Mario: The Origami King es toda una delicia. No necesitamos que sea 4k ni realista, sino que con su combinación de elementos 2D y 3D ya nos ha enamorado. Si nos gusta la papelería disfrutaremos todavía más con cada elemento y la forma en la que se representan los distintos materiales con fidelidad y al detalle.

En cuanto a su apartado técnico, en nuestra partida no nos hemos encontrado ningún problema grave ni bug, por lo que el título se puede disfrutar de principio a fin sin tener impedimentos gracias a lo bien que lo han pulido desde Intelligent Systems. Además, las animaciones de los pliegues de origami son todo un espectáculo y manejar a Mario, por mucho que sea plano y de papel, resulta cómodo y fluido.

Por último, el apartado sonoro de la obra no se queda atrás, ya que en su BSO encontraremos nuevos temas y otros ya conocidos (como la mítica sinfonía del Lago de los Cisnes, aunque en una versión más cañera). Todo ello, junto a unos efectos de sonido logrados que llegan acompañados de una vibración elaborada tanto con el mando Pro (si jugamos en TV) como en modo portátil, nos supone una experiencia global muy satisfactoria.

No podemos cerrar este apartado sin mencionar el increíble trabajo de localización al español que presenta el título, algo que podremos disfrutar en cada conversación cargada de ingenio y originalidad. Con expresiones actualizadas a nuestra era y territorio, además de con un toque de humor más que necesario, sobre todo en los tiempos que corren.

En definitiva…

Paper Mario: The Origami King nos ha sorprendido para bien y ya pasa a formar parte de la lista de imprescindibles para Nintendo Switch. Es un juego divertido, cargado de originalidad e ideas ingeniosas bien plasmadas. Intelligent Works ha hecho un gran trabajo para celebrar los 20 años de la saga Paper Mario y los 35 que cumple el famoso fontanero este próximo mes de septiembre. Una cifra más que notable que refleja la trayectoria de un personaje que ha evolucionado paralelamente al medio y que nos ha permitido acompañarle en infinidad de aventuras. Una vez más, Mario nos tiende su mano (en esta ocasión de papel) y nos invita a salvar a la princesa Peach y al Reino Champiñón en un completo e inolvidable periplo de más de 30 horas de duración.