Análisis Bleeding Edge, un título con personalidad y mucho por ajustar

  • Analizamos lo nuevo de Ninja Theory, ya disponible en PC (Windows 10) y Xbox One

  • Lo podemos jugar de forma gratuita en Xbox Game Pass

Hace unos días pudimos acceder a la segunda beta cerrada de Bleeding Edge en Xbox One (gracias al servicio de Xbox Game Pass) para traeros nuestras primeras impresiones de lo nuevo de Ninja Theory. En esta ocasión podemos hacer lo propio con la versión definitiva del juego, que ya se encuentra disponible desde el pasado 24 de marzo en PC y Xbox One. Sin más dilación, procedemos a analizar cada uno de los apartados del título para descubrir aquellos puntos en los que destaca y, por otro lado, los aspectos que podrían mejorar en gran medida.

Cambios principales respecto a la beta cerrada

Cuando iniciamos el juego nos da la bienvenida una nueva cinemática inicial que contiene la esencia de los modos de juego y a sus personajes protagonistas. Allí podemos descubrir el lore del título que, a pesar de ser escaso por ahora, plantea un futuro alternativo en el que los humanos han desarrollado la tecnología hasta el punto de poder crear prótesis cibernéticas y demás modificaciones corporales. Se los conoce como “Aumentados” y su función principal es la de enfrentarse unos contra otros por el mero hecho de disfrutar con los combates.

Una vez en el menú del juego descubrimos que presenta el mismo aspecto que el de la beta. Lo único que parece haber cambiado es una nueva opción en la lista disponible, llamada “Zona de observación”. Allí podemos ver repeticiones de partidas que los jugadores han subido, volver a ver la cinemática inicial y disfrutar de diversos tutoriales (principiantes y avanzados) para aprender a controlar a los héroes del juego.

Esta es una buena idea, pero en la ejecución hemos encontrado un fallo mayúsculo y es que al seleccionar uno de estos vídeos, en lugar de reproducirse dentro del propio juego, nos manda a una pantalla externa de Internet Explorer y reproduce en vídeo en Youtube. No sabemos si esto es un bug o problema temporal, pero hemos de reconocer que nos quedamos a cuadros y pensamos que se trataba de una broma cuando lo descubrimos.

Por otro lado, en la versión definitiva del juego que nos ocupa ha quedado desbloqueada la personalización de los héroes mediante poses y aspectos (skins), algo que en la beta todavía no habíamos podido ver. En este sentido todavía queda mucho por añadir, ya que actualmente los personajes cuentan tan solo con dos colores alternativos al suyo (dorado y otro). Aun así, se trata de un aspecto secundario que probablemente se acabe ampliando con el paso de los meses, eventos y temporadas.

2 modos de juego: capturar zonas y recogida de células de energía

Bleeding Edge presenta actualmente dos modos principales de juego. Por un lado tenemos un modo clásico que podemos encontrar en muchos otros títulos multijugador: capturar puntos de control. La diferencia es que el mapa no va aumentando a medida que capturamos, sino que las zonas clave se abren de vez en cuando y nos permiten tomar el punto a cualquiera de los dos equipos, formados por cuatro jugadores. Al hacerlo sumamos puntos a nuestro marcador, que aumentan todavía más a medida que transcurren los minutos.

Para evitar que el equipo enemigo se haga con los 600 puntos que les otorgan la victoria podemos robarles las zonas que estén controlando y acabar con ellos mediante nuestras habilidades especiales. Antes de explicarlas con detalle, cabe señalar que el segundo modo de juego no es demasiado distinto a este primero. Consiste en recoger células de energía que aparecen de vez en cuando en el mapa y llevarlas hasta una zona determinada para marcar puntos. Por supuesto, si un enemigo nos intercepta y consigue derrotarnos nos podrá robar las células que soltemos.

En general, creemos que al juego le sentaría bien disponer de algún modo adicional. Podrían explotar los puntos fuertes y distintivos de los que dispone tales como, por ejemplo, el diseño de sus personajes y habilidades únicas o incluso el método de desplazamiento con tablas flotantes para darle una vuelta al asunto y presentarnos algo diferente. Por otro lado, no estaría de más que pudiéramos seleccionar cuál de los dos modos queremos jugar, ya que por ahora es algo aleatorio cuando accedemos a la opción de “Luchar” en el menú principal.

11 personajes distintos y una identidad muy marcada

Tal y como hemos avanzado, Bleeding Edge cuenta con once personajes característicos con habilidades y ataques únicos. Se dividen en tres categorías: daño, ayuda (healers) y tanques, por lo que no es nada que no hayamos visto hasta el momento en otros juegos del mismo género. Aun así, su diseño es bastante distintivo y todos ellos disponen de un lore propio que podemos leer desde el menú de personajes.

En cuanto a habilidades, cada uno tiene tres básicas, otras tres especiales y una definitiva (ultímate) que podemos usar cuando su medidor correspondiente se carga lo suficiente. Una vez que estemos en partida, independientemente del modo, podremos cambiar de héroe a voluntad siempre que queramos, por lo que escoger uno u otro no está ligado al inicio de la partida.

Eso sí, por ahora no se pueden repetir dos en el mismo equipo, por lo que nos tendremos que poner de acuerdo con nuestros tres compañeros para crear un equipo equilibrado. El propio juego ya nos recomienda qué personaje escoger con tal de ajustarnos al resto de escuadrón y nos señala aquellos que son más avanzados de usar (como Meave con sus habilidades tecnológicas). Siempre tenemos la opción de practicar en el Dojo, lugar en el que somos libres de probar todos los personajes para descubrir qué estilo de juego nos pega más.

En este Dojo también podemos implementar diversas mejoras a cada uno de los personajes para incrementar su potencia de ataque o sus habilidades. Lo haremos mediante unos chips que se pueden comprar por monedas del juego (que ganaremos jugando diversas partidas) y debido a que se trata de mejoras relacionadas con la jugabilidad y no con la estética, recomendamos que les echéis un ojo si queréis potenciar a vuestros personajes.

Un apartado técnico que necesita mejoras

Tan solo hace falta echar un vistazo al aspecto del juego para descubrir un estilo cell-shading en el que destacan mucho los bordes, como en los títulos de la saga Borderlands o aquellos basados en cómics (obras de Telltale, por ejemplo). En general funciona y casa bien con la esencia que transmite el juego, aunque en determinados puntos las texturas presentan algunos errores y no se ven tan claras como deberían.

Por otro lado, en lo técnico Ninja Theory todavía debe realizar una serie de ajustes para ayudar a mejorar la estabilidad de los servidores, a reducir el lag y los tiempos de carga (demasiado elevados en este momento). De las diversas partidas que jugamos, la gran mayoría tuvieron problemas de rendimiento (jugamos en una Xbox One) ligeros o más graves, hasta el punto de tener un lag que hacía injugables los enfrentamientos. Eso sí, no sabemos hasta qué punto es cosa de las limitaciones del propio Bleeding Edge o se trata de una cuestión de saturación de red, debido a la acumulación de personas en sus hogares y al uso masivo que le estamos dando todos a Internet.

Por último, la banda sonora del título no destaca especialmente, pero sí presenta unos buenos efectos de sonido que nos ayudan a sentirnos más inmersos en las partidas que juguemos. Los personajes también tienen voces propias en inglés, que podemos disfrutar con mayor detalle en los tutoriales iniciales y en determinados puntos más allá de en las batallas.

En definitiva…

La nueva apuesta de Ninja Theory se aleja de la profundidad que alcanzó su anterior juego, Hellblade: Senua’s Sacrifice, para presentarnos un título multijugador sencillo y divertido sobre todo si lo jugamos con amigos. Esto es debido a que será mucho más fácil coordinarnos y realizar tácticas efectivas para vencer, algo difícil si no nos comunicamos con nuestro equipo.

En nuestro caso, las partidas que jugamos con desconocidos fueron algo caóticas, ya que algunos estaban AFK o inactivos y tuvimos que levantar la partida como pudimos siendo tan solo dos contra cuatro (spoiler: no lo conseguimos). En caso de querer abandonar la partida el propio juego te advierte de que habrá “penalizaciones en puntuación y demás”, pero en general no supone un castigo muy grave.

El verdadero potencial de Bleeding Edge está en sus personajes y habilidades distintivas, algo que creemos que podría explotarse mucho mejor en caso de añadir algún modo de juego extra. Si el equipo de desarrollo sigue prestando atención al juego y añadiendo contenido y actualizaciones en los meses venideros, además de arreglar todos los problemas técnicos mencionados anteriormente, creemos que podría convertirse en una buena apuesta para competir en un entorno de títulos multijugador online cada vez más repleto de propuestas. Queda mucho por hacer, pero las bases son buenas y si tenemos en cuenta la calidad que alcanzan las obras del equipo de Ninja Theory, no dudamos en que lograrán mejorar su producto con tiempo y paciencia.