El departamento de investigación de ‘Todo es mentira’ ha descubierto, en exclusiva, que en un convento de clausura de Vizcaya varias monjas han recibido la primera dosis sin que le correspondiera. Lago se preguntaba entonces: “Pero si son de clausura están confinadas, ¿por qué es vacunan? ¿Ha bajado el Espíritu Santo sin mascarilla o qué? ¿Qué está pasando ahí?”.
Marta Flich explicaba que, ante las sospechas, ‘TEM’ se ha puesto en contacto con el Monasterio de las Carmelitas Descalzas, en Getxo, y las propias monjas han confirmado haberse saltado el protocolo: “Nosotras somos una orden contemplativa”, comenzaba explicando la religiosa, que ante las preguntas del programa se ponía algo nerviosa: “A ver, ¿y por qué te tengo que dar explicaciones?”, pero finalmente acabó confesando:
“Aquí no se trata de nada de estraperlo. O sea, lo que te digo es que nosotras recibimos un aviso que nos decían, que como somos comunidad estable, que podíamos acceder a la vacunación, y nos vacunamos”. Además, señaló directamente a quien las avisó: “Fue la Seguridad Social, la que tenemos en Vizcaya. Vinieron a casa y estamos todas vacunadas”.