Alicante, entre el mar y la tradición

Alicante es una ciudad que respira historia, llena de vida, de contrastes y de cultura. Con más de 3.000 años de historia, ofrece un recorrido fascinante por los rincones más pintorescos y antiguos. Uno de ellos es el Barrio de Santa Cruz, situado en los pies de la ladera del Monte Benacantil. Este barrio es un auténtico laberinto de calles estrechas y empinadas, decoradas con coloridas fachadas y macetas de flores. Justo sobre la ciudad el Castillo de Santa Bárbara, una de las fortalezas medievales más importantes del país, y está catalogado como Bien de Interés Cultural.

El paseo continúa por la famosa Explanada de España, quizás el bulevar más icónico de Alicante. Su suelo, cubierto por un mosaico ondulante de más de seis millones de teselas de mármol de colores, reproduce el movimiento del mar y acompaña a quienes pasean. Frente a ella se levanta la Casa Carbonell, un edificio singular y uno de los más fotografiados de la ciudad.

Y más allá encontramos Tabarca, la única isla habitada de la Comunidad Valenciana. Rodeada por murallas históricas y aguas declaradas reserva marina, Tabarca fue en el pasado un refugio de piratas. Hoy es un destino perfecto para quienes buscan tranquilidad y actividades como el snorkel.

No se puede hablar de la identidad alicantina sin mencionar sus fiestas. Las Hogueras de San Juan, declaradas de Interés Turístico Internacional, es una celebración llena de tradición y alegría que marca el inicio del verano. Cada año, del 20 al 24 de junio, la ciudad se llena de luz, color , música y fuegos artificiales. Una experiencia única que une pasado y presente. ¿Te lo vas a perder?