Las desgarradoras palabras de Miguel Ángel, que abandonó su casa tras una paliza que le propinó un vecino okupa: "Esto me está causando depresión"
Este vecino de Barcelona vive un auténtico calvario desde entonces, arrastrando problemas psicológicos y laborales: su testimonio
Antonio Pampliega es testigo de un intento de desalojo en Barcelona con momentos cargados de máxima tensión: "Os va a pegar"
El calvario que atraviesa Miguel Ángel es total. Este vecino de Barcelona recibió una fuerte paliza de su vecino okupa (hecho que grabó y subió a redes sociales) y desde entonces no solo ha tenido que abandonar su domicilio junto a su mujer, sino que, además, arrastra problemas psicológicos y laborales desde entonces. Sus desgarradoras palabras han encogido a Antonio Pampliega, que posteriormente se ha personado en el domicilio del okupa que le hizo la vida imposible a Miguel Ángel, pero no ha obtenido ningún tipo de respuesta.
Miguel Ángel se sinceraba nada más ver a Antonio Pampliega: "Podría estar mejor... pero estoy fatal. Lo estoy pasando muy mal". La vida de Miguel Ángel cambió a finales del año 2019, cuando un okupa apareció en el piso de enfrente donde vivía anteriormente: "Vino a ocupar el piso de enfrente, generando muchas situaciones complicadas, con mucha violencia por el intruso que está viviendo ahí. Fue una pareja, con muchas complicaciones. Mi mujer y mis hijos lo están sufriendo mucho". Desde entonces, Miguel Ángel tomó la decisión de irse de su casa: "Es muy fuerte esto".
Además, este desvela que el detonante de todo fue el perro que llevaba suelto sin bozal: "Se lo dije varias veces...". El vídeo que ha mostrado Miguel Ángel de cómo ocurrió toda la agresión que sufrió es completamente devastador: en imagen se puede ver a un Miguel Ángel con la cara ensangrentada. No obstante, esta secuencia que grabó el propio Miguel Ángel no fue suficiente para detener al okupa.
Los efectos colaterales que arrastra Miguel Ángel desde entonces
No es el único incidente que hubo en la comunidad. Otra vecina fue amenazada de muerte e incluso un día, este individuo amenazó con "mear en la piscina", apareciendo al día siguiente "un excremento en la urbanización". Miguel Ángel arrastra desde entonces problemas laborales, económicos y emocionales: "Lo paso muy mal. Tengo una depresión profunda... me estoy medicando".
Tras esta entrevista, Antonio Pampliega se ha personado él mismo en casa del okupa y, a pesar de que dentro del piso se encontraba alguien en el interior, no le han abierto la puerta ni ha obtenido ningún tipo de respuesta.
