Un soltero de First Dates se indigna ante un desagradable comentario de su cita: “Un simple polvo no soy”
Manuel cae rendido ante los encantos de Cristóbal, pero se hace el interesante: “No sé si será un simple polvo o el amor de mi vida”
Un soltero de ‘First Dates’ desmiente la mala fama de las ratas: “Son superlimpias y…”
Manuel se ha puesto de tiros largos para enamorarse en ‘First Dates’. Carlos Sobera ha definido su estilo como “una mezcla entre México DF y Sevilla torería”. Al soltero le encanta el cachondeo y es consciente de que no todo el mundo le traga. Es gogó dancer “es mi pasión”, se está sacando el carnet de conductor de autobuses y sueña con hacer fiesta en un bus por toda España. Su problema en el amor es que “si una persona come paella todos los días se aburre y hay que ir a comer otra cosa”. Le ha explicado al presentador que, si su pareja se cansa de comer paella y se va a comer puerro por ahí, no pasa nada porque “yo me iré a comer marisco otro día”. Un amor liberal parecido al de los solteros de la mesa de al lado.
Le gustaría que su cita fuera un tipo atractivo “me gustan morenos, altos, fuertes, atractivos y adinerados”. Cristóbal, su cita, se ha definido como un tipo “medio víbora, medio bicha… re-guarro, bastante calentón”. Al ver a Manuel, le ha dicho que le sonaba su cara y él, le ha dicho que era normal porque ya se conocían “Coincidimos un día en un desfile”. Cristóbal le ha dicho que se fijó en él, pero que ese día había muchos chicos guapos “me gusta provocar a la otra persona”. Le ha invitado a apoyar la copa porque quién no apoya… Pero Manuel le ha dicho que primera había que cenar.
Manuel y Cristóbal ya se conocían de un desfile
Ya sentados en la mesa, Cristóbal le ha dicho que seguía siendo el mejor agente inmobiliario de la Costa del Sol y que este mes había vendido ya 4 pisos. A Manuel le ha gustado porque él no piensa mantener a nadie. El soltero se ha comenzado a arremangar la camisa y a Cristóbal le ha gustado la idea “me da la sensación de hombre trabajador”.
El soltero le ha contado que vivía en Torremolinos, pero que no era ningún peligro porque él se sabía controlar, pero Manuel ha dudado “en Torremolinos hay pasillos gays, peluquerías gays, alcantarillas gays…”. Cristóbal le ha confesado que era un tipo muy caliente y le ha encantado que Manuel se empezara a poner nervioso, pero él no lo veía así “yo tengo un máster en este juego”. De hecho, le ha dicho que se había fijado en el desfile y que no le había visto mucho paquete “pensé que tenía una gambilla”.
Cristóbal presume de tamaño y se lleva un zasca de su cita: “Yo no te vi la tercera pierna”
Cristóbal le ha dejado caer que no era el tamaño lo que importaba, pero Manuel le ha lanzado un zasca “eso decís todos lo pichas cortas”. Manuel le ha dicho que él era sobresaliente en todos los sentidos y Cristóbal ha sentido que lo tendría que comprobar, pero le ha dejado claro que “a los argentinos danos carne, nada vegetal”.
En el reservado, los solteros han seguido jugando a darse una de cal y otra de arena. Manuel le ha dicho que no le daría un beso porque acababa de comer y le ha molestado que Cristóbal se conformara. Luego les ha tocado darse un beso apasionado, pero Manuel no estaba dispuesto a que su cita apagara la luz ni le besara de golpe “quería ir directo al pim, pam, pum, bocadillo de atún y no porque esas cámaras graban de noche”.
Le ha pedido que le pusiera en situación antes de besarle y Cristóbal, quién estaba encantado con la cita, no ha dudado en teatralizar un beso que los dos estaban deseando y al que, en su parecer, le ha faltado un poco de lengua “creo que es más guarro que yo”. Manuel ha querido saber si estaba aprobado y al saber que le puntuaba con un 8, se ha conformado “que quede algo para mañana”.
Cristóbal le ha hecho sufrir antes de decirle que sí tendría una segunda cita. Manuel le ha dicho que él también repetiría, pero ha hecho un comentario que no le ha gustado al argentino “te aseguro que un simple polvo no soy, soy especial”. Manuel se ha quedado un poco cortado, pero le ha dado la razón y se han ido de la mano, y besándose.
