Alfredo Bonavida, el ingeniero que estudió a mujeres con poderes paranormales de España
Alfredo Bonavida, el ingeniero español que estudió las psicofonías y se hizo un hueco en la parapsicología
Tres primas incumplen la última voluntad de su tía y esta se les aparece después de fallecer para atormentarlas
‘Cuarto Milenio’ homenajea a Alfredo Bonavida, un hombre que fue una eminencia en la física y en la acústica española, pero cuya gran pasión era el misterio. Desgraciadamente, se conoce muy poco de él y lo cierto es que, gracias a él, se sonorizaron los Juegos Olímpicos de Barcelona del 92. Esta es la historia de un sabio español que iba a contracorriente.
Alfredo Bonavida fue un científico que se especializó en el campo de la ingeniería acústica, audiología y logopedia y dejó un amplio legado académico y muchos discípulos. Menos conocida, pero también asombrosa, fue su faceta como investigador de fenómenos paranormales a partir de sus conocimientos y su instrumental técnico especializado que él mismo desarrolló.
El resultado fue un salto cualitativo y cuantitativo en la investigación de psicofonías y de personas con poderes paranormales, capaces de materializar objetos con la fuerza de su propia mente. Fue a principios de los años 70 cuando Alfredo hizo sus primeras aportaciones al mundo del misterio, participando en diversas investigaciones relacionadas con las psicofonías.
Cuentan que Bonavida tenía aparatos que la propia universidad no tenía y eso era porque invertía buena parte de lo que ganaba en ello: tenía varios escáneres y analizadores de espectros: “No creía en espíritus. Creía que era la propia mente de las personas las que provocaban estos fenómenos”.
Además, colaboró con la Policía en varios momentos para ayudar en distintas investigaciones como perito, analizando voces, identificando llamadas y aclarando voces telefónicas, esclareciendo varios delitos relacionados con la policía científica. Su llegada a parapsicología es motivo de celebración por quienes fueron sus compañeros.
Los mayores desafíos a los que se enfrentó Bonavida en sus investigaciones ante lo insólito se relacionaron con dos mujeres españolas de capacidades paranormales extraordinarias: Mónica Nieto (doblaba objetos metálicos con la mente y tenía capacidades telepáticas) y una niña, Inés (con capacidades más asombrosas de las que Mónica Nieto).