Alba Tubilla narra cómo pudo escapar de RAMA, la secta en la que nació: "Me violaron, mis padres lo consintieron"

El estremecedor testimonio de Alba Tubilla tras nacer en la secta RAMA y poder escapar
Alba Tubilla nació en la secta RAMA: "Con 7 años comprendí que mis padres no iban a sacarme de allí"
VER EL PROGRAMA COMPLETO de 'Cuarto milenio' del 4 de mayo de 2025
Iker Jiménez y Carmen Porter entrevistan en ‘Cuarto Milenio’ a Alba Tubilla, una mujer que nació en Misión RAMA, las entrañas de una secta que aseguraba mantener contacto con entidades extraterrestres. Hubo hasta 600 grupos de esta secta en todo el país a finales de los años 70 y principios de los 80. Alba fue “mentalmente desprogramada y abusada delante de sus padres” hasta que un día pudo escapar.
En Reus, Tarragona, un grupo de personas buscan mantener contacto extraterrestre y, para ello, se aislaron de todo y de todos. En este contexto nació, a principios de los años 90, Alba Tubilla, una niña a la que le arrebataron la infancia. Su relato sobre lo que vivió formando parte de la Misión RAMA es aterrador.
Cuenta Alba que su padre era muy seguidor de todo ese movimiento ufológico que se potenció en los años 80 hasta que dio con la Misión RAMA. Se unió a este grupo sin ser consciente de que se unía a un grupo aislado: “Ellos pensaban que eran los elegidos y que hacían un bien a la sociedad”, relata Alba, mientras acompaña sus palabras con fotos de archivo.
Cuenta Alba que ella iba al colegio, pero que no podía decir que pertenecía a ese grupo de unas ocho-nueve personas. Cambiaban de casa cada dos años para no evitar establecer vínculos. No mantenía contacto con nadie y no hizo amigas: “Ellas eran felices y yo no. Tenía que ocultar que vivía con esas personas, decía que eran amigas de mis padres”.
“Mi célula era muy desagradable porque se vivían situaciones de maltrato que eran normalizados porque era un paso que teníamos que vivir. Se traducía ese maltrato en que estábamos liberando a la humanidad”, relata Alba. Cuenta que vivían siempre en pisos de alquiler y que todo lo controlaba alguien desde Asturias. Su grupo era controlado por una mujer y el líder vivía en Asturias.
Alba habla de ritos que se llevan a cabo para mantener estos contactos con el más allá en los que se alteran los estados de consciencia y atacando la vulnerabilidad de las personas. Comparte una experiencia concreta que ella misma presenció: “El objetivo era que dejáramos de ser alguien individual, que fuéramos una mente colmena. Dejar de ser individuos para se grupo porque el grupo era el futuro”.
Alba confiesa que veía que sus padres no estaban bien y que estaban siendo manipulados: “Era duro saber que nunca me iban a querer, que no me iban a salvar y que no me iban a sacar de allí”. Esto le llevó a plantearse el suicidio a los siete años. Antes de esto, recibió una paliza por parte de la jefa de la casa porque non quiso beberse un vaso de agua con ajo.
“Mi madre presenció eso y ni se inmutó. Me echaron de casa”. Dice que esto no fue un caso aislado, pues recibió maltrato físico, mental y sexual. La encerraban y fue violada con dieciséis años por parte de la jefa de la casa: “No podía decir nada porque esa violación era una especie de aceptación, de entrada al grupo”.

¿Cómo logró Alba escapar de la secta RAMA?
Para poder escapar de allí, Alba confiesa que tuvo que ser hábil para captar cuáles eran los puntos débiles de la organización en la que se encontraba y también los de las personas que se encontraban allí para manipularlas y conseguir pedir marcharse. No fue fácil porque no querían que se fuera de allí. En este proceso, fue fundamental conocer a una psicóloga escolar.
Consiguió convencer a la organización para apuntarse a un curso de comercio y marketing. Descubrió que la estación de tren estaba cerca y que pasaba un tren por allí. Pidió un fin de semana libre prometiendo volver. Era octubre de 2004. Entró en ese tren, le cogió la mano a su madre y le dijo “nunca más vuelvas a soltarme la mano”. ¿Y qué pasó después? Alba cuenta que integrarse en la sociedad “fue un drama”. Actualmente, Alba está al frente del proyecto ‘Origen’, una iniciativa para alertar del peligro de las sectas destructivas.