No están solos: Los padres de Julen recorren la zona cero entre abrazos

No les dejan solos en ningún momento. Saben que los ánimos y la esperanza empiezan a decaer, no en vano ya son muchos días de espera y las noticias no acaban de ser optimistas. El terreno se está convirtiendo en un enemigo acérrimo para todos los que se están dejando la vida por rescatar a Julen. Pero la realidad es que del lunes ya hemos pasado al martes como el día del rescate y que en toda la mañana solo se ha podido avanzar un metro. Pese a estas noticias, los padres de Julen siguen cada movimiento de las tareas de rescate desde una casa cedida por una vecina de Totalán, un pueblo que no les deja solos ni un momento y que les da ánimos de forma constante. No solo eso. Un grupo de agentes y dos psicólogas les acompañan en todo momento.
Los padres de Julen han sido recibido en la zona cero del rescate entre abrazos de amigos y familiares y el cuidado de los psicólogos. No querían marcharse del lugar, pero ni a ellos se les permite permanecer donde las máquinas trabajan a destajo para llegar cuanto antes hasta Julen. La familia ha tenido que abandonar la zona por recomendación técnica.
Durmiendo en un coche
Los movimientos de tierra se acometen a toda prisa y amenaza el riesgo de desprendimientos. La familia del pequeño no quiso alejarse de su hijo y durmió las seis primeras noches en su coche. Ahora pasa las horas en esta casa que les ha cedido una vecina de Totalán.
Un pueblo entero en vilo y volcado en atenciones. A la casa, no para de llegar comida y otros vecinos abren sus puertas a técnicos y operarios para que no les falte de nada. Solidaridad no falta en las que puedan ser las últimas horas de angustia. Todos los esfuerzos son pocos para que los padres de Julen se sientan acompañados.
